LII

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Primero irían a comer.

A Izuku le pareció buena idea y algo lógico. Él suponía que después de la comida, volverían al departamento, así que no sabía si debía relajarse o ponerse incluso más nervioso. Al parecer la primera opción era la correcta, tal vez teniendo menos tiempo, tendría menos oportunidades para cagarla. O al contrario, no tendría oportunidad para arreglar la cagada que puede hacer.

Miró el menú del restaurante y sintió que su estómago se revolvía, las palabras se movían por toda la carta y no podía concentrarse. Estaba extremadamente ansioso por estar en esa situación. No le gustaba.

—Nos están mirando mucho —murmuró observando al cenizo sobre el menú.

Los ojitos rojos de su acompañante se levantaron para mirarlo confundido, el ceño fruncido de Katsuki se pronunció, dejando ver que no entendía sus palabras. Después su carita giró en todas las direcciones para confirmar dicha información y después regresó su atención al alfa.

—Nadie nos pone atención, nerd —soltó una pequeña risa y después apoyó su mentón en la palma de su mano —Y si nos miran, es por mera envidia.

El alfa sonrió y asintió ligeramente, inhaló profundamente y retuvo el aliento por varios segundos para calmarse.

—Ya habías venido aquí, supongo —habló después de haber leído todo lo del menú y no tener ni mínima idea de qué elegir.

—Claro, tenía que probarlo antes de venir contigo —volvió a sonreírle y le guiñó un ojo. Estaba siendo extremadamente coqueto para la percepción del peliverde.

Tragó saliva y se volvió a ocultar detrás del menú —¿H-Hay algo que me recomiendes?

Katsuki se aguantó la risa, pues la idea de decirle “mi culo” cruzó por su mente. Suspiró para no decirlo sin querer y volvió a leer las opciones.

—Tienen algunos platos con cerdo —murmuró, hojeando la carta y llegando al apartado de “cerdo”. —Mira, hay Katsudon, no lo probé, pero es tu platillo favorito, ¿cierto?

Izuku asintió, un poco sorprendido por cómo era que el cenizo recordaba ese detalle. Decidió que lo pediría, a pesar de la advertencia que el más bajo le dio.

—¿Tú qué vas a pedir? —preguntó después de un rato en silencio.

—Pff —bufó y se recargó en la silla —No sé, algo picante. Tal vez un Tantamen.

—Está bien, te encanta el picante —no pudo evitar sonreír, se sentía feliz.

La carita del omega era hermosa, a pesar de verse molesto por todo. Se perdió en sus facciones. Eran finas a comparación de un alfa, pero tenía carácter. En algún momento se imaginó que cuando crecieran, Katsuki se vería más delicado y “femenino”. Pero no pudo estar más equivocado, aún conservaba su esencia.

No se dio cuenta de que el mesero se había acercado a tomar su orden. Los ojos rubíes lo observaban, al parecer esperaba que dijera algo.

—¿Q-Qué? —tartamudeó al darse cuenta de aquel detalle, levantó la mirada y se sobresaltó un poco al tener a un desconocido cerca.

—¿Qué vas a pedir? —repitió la pregunta, tratando de no reír. Se había dado cuenta de su intensa mirada hace ya un par de minutos, pero no me dijo nada.

—Oh… u-un Katsudon —señaló el platillo en la carta, bastante avergonzado.

—¿Y de tomar? —parecía estar guiando a un niño pequeño.

—Solo agua —esta vez respondió como un adulto, carraspeando y aparentemente recuperando su compostura.

Katsuki pidió su comida y bebida, dejando que el mesero se alejara con los menús en mano. Ahora volvían a estar solos y sin ninguna excusa para no entablar una conversación.

Sociedad de mierda [DkBk]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin