17 Sila: Cosas sin sentido

24 7 3
                                    

–¡Reacciona!

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

–¡Reacciona!

Mi mejilla se incendia y se me traba la mandíbula. Casi caigo de la silla donde estoy. Hay un hedor de jugos gástricos que me provoca una arcada. Hijo de su puta madre. Mi quijada truena con un dolor agudo antes de acomodarse.

–Ahí va otra vez –dice una voz cavernosa–. ¡Qué no puede vomitar dentro de la cubeta!

–Cuando menos ya no está vomitando larvas el estúpido –dice otro monstruo.

¡Larvas!

–Convivir solo con varones te ha afectado la percepción, Caronte. Es estúpida –le aclara alguien. Las voces se oyen siniestras. Cierto, es el sonido de esas creepymáscaras.

–Me importa un carajo lo que sea.

Pero qué feo retortijón. Me inclino hasta las rodillas y devuelvo. Es como si me atragantara a la inversa. Por Dios, me muero. Chorro, tras chorro de hediondo vómito es expulsado por mi boca.

–Bueno, esto confirma su Identidad. Después de escucharla hablar así, siento que necesito un language boost. ¿Qué fue eso que te dijo al final? –pregunta uno de máscara blanca. Ha de ser Thaumiel–. ¿Lo entendiste?

–Cosas sin sentido. –responde Caronte en una voz normal–. Te dije que la matáramos cuando la encontraste.

–Mencionar a una diosa telúrica que ahora gobierna un trozo infernal de Egipto no es una cosa sin sentido –dice otro–. Habrá que reportarlo a La Soberana.

¿Dijo que debieron matarme? Oh, esa Bestia es un maldito. Casi no puedo enfocar la vista.

–¿Cómo crees que haya hecho para volver de La Eliminación? –dice Thaumiel.

–Violando alguna regla –explica otro–. No olvides quién es.

Alzo la mirada hacia la plática. Quiero ver si La Bestia se quitó la máscara podrida. Su voz se escuchó demasiado natural. Rayos, qué maldita cara bonita. Se ha alzado la máscara para limpiarse el sudor. Sí, gracias, póntela de nuevo. Sobre todo si vas a acercarte así. Prefiero verte con toda tu putrefacción por fuera. Balbuceo mi deseo, pero ni yo me entiendo. Creo que antes de vomitar– soñaba con mi mulato.

–¿Qué dijiste? –pregunta La Bestia en esa voz sepulcral. ¿Vociferé mis pensamientos? Acerca el costado de su cabeza a mi cara y me dan ganas de morderle la oreja. Me levanta como a un bebé. No puedo ni moverme para evitar que lo haga. Gimo cuando me estrecha contra él y afloja el apretón. Me duele el costado como si me hubiera caído un tronco encima. Cómo cuesta respirar. Lástima que el asco ha desaparecido. Me hubiera gustado vomitar en el hombro de Caronte–. Dije que ojalá t-te pu-dras –pronuncio mientras paso saliva. Casi no me sale la voz. Cuánta sed...

–Bueno, lo hecho, hecho está –dice Thaumiel. La Bestia no responde. Se mueve despacio como si supiera que el más mínimo movimiento es un terremoto para mí. ¿Por qué está siendo tan gentil? Sin pensarlo me agarro de su cuello y le rozo la piel donde asoma ese tatuaje ofidio. Mis dedos lo acarician y sus poros se erizan con el contacto. Pero qué suave se siente. El tacto es clandestino, pecaminoso, ardiente... ¡Puta! Ya estoy delirando. Voy a morirme aquí. Me siento de la shit. Las voces, la luz y el sonido flaquean hasta extinguirse. Trato de asirme a la vibración bajo mis dedos, mas el silencio y la oscuridad me tragan.

 Trato de asirme a la vibración bajo mis dedos, mas el silencio y la oscuridad me tragan

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.
GEHENAOù les histoires vivent. Découvrez maintenant