47 Sila: Language boost

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Language boost

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Language boost.

El frasco marcado de color morado parece relleno de mierda. Su contenido es una oscura mezcla espesa que apesta a limones podridos–. ¡Aaj! –Lo tomaré al salir de mi baño. Lo coloco sobre el buró donde Caronte dejó una cadena con una piedra rosa y una maleta con ropa. ¿La dejó aquí para mí? ¿Por qué una piedra rosa? Es un color tan dulce y suave. Si es para mí, no me siento para nada dulce y suave. El idiota es tan raro...

Regulo el agua de la regadera y me desnudo. Quisiera un momento a solas para meditar. Ya no puedo escapar de esto. Lo peor es que una familiaridad en la compañía de estos desequilibrados se está asentando en mí. Hasta el depravado que me atacó comienza a sentirse conocido. Cuántas ganas tengo de lastimar a Yahannam. Y ese lugar a donde vamos es tan familiar. No quise decir nada cuando Tártaro me preguntó si recordaba haber mencionado el nombre de Meretseger, pero estoy segura de que lo conocía y también a las criaturas con cabeza de animal. Si son demonios, no tengo la más remota puta idea de qué podría hacer alguien como yo ante uno.

Algunos agujeros de la roseta están tapados, pero el agua sale tan caliente que me afloja los músculos del cuello. Inclino la cabeza hacia uno y otro lado. Esos demonios mitad personas y mitad animal desfilan en mi cabeza ruidosa. Necesito empaparme de claridad. Ya no sé si quiero beber el brebaje de Tártaro. ¿Qué tanto cambiaré? ¿Seguiré siendo yo? ¿A quién demonios llevo bajo la piel? ¿De verdad querré matar a los demás? Lo que me contó Naraka que hice en el cementerio, fue aterrador porque no lo recuerdo. ¿Por qué atacaría yo de esa forma a Caronte? Su trato me perturba, me confunde, pero tanto así como llegar a lastimarlo... ¿Por qué? Cierro las perillas del agua y...

–¡Con una puta mierda, ahora qué diablos!

El tatuaje en mi muñeca ya no tiene a un cráneo en el centro del pentagrama, ¡tiene a un macho cabrío! Me froto el cuerpo con una toalla y con más rudeza sobre la marca. Ya estoy cansada de tantas cosas raras que no tienen sentido para mí.

Me detengo antes de salir a la habitación con la sensación de que alguien está ahí.

Shit.

Si Caronte me está esperando... Trago saliva. Me visto rápido con la ropa sucia para no salir desnuda. Estar sin ropa cerca de él me da más pavor que cualquier otra cosa. Mi cabello aún escurre agua y ya he dejado un charco en el suelo. Me armo de valor e inspiro; un, dos, tres, abro.

¿Pero qué cosa?

Me paralizo cuando veo lo que está afuera y azoto la puerta con el corazón violentándome el pecho. Dos cadáveres desnudos flotan en la habitación.

¿Era Amanda?

Frunzo el ceño y entreabro para asegurarme de que no vi una alucinación. La cabellera ondulada es la de ella. La otra mujer es más larga y estilizada con el cabello castaño claro tan corto que casi no sobresale de su cuero cabelludo. De pronto caen con tanta fuerza que pareciera que la gravedad las castigara por haberla desafiado. Las mujeres gimen, arrastran los brazos como si les pesaran para incorporarse, despegan las pestañas y torpemente se enderezan.

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⏰ Última actualización: Apr 02, 2023 ⏰

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