27 Sila: Sueños entre nubes

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Al terminar la plática de nigromancia, La Soberana me indica que debo incorporarme al equipo HO111

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Al terminar la plática de nigromancia, La Soberana me indica que debo incorporarme al equipo HO111. Y dicen que esto no es una escuela. Hasta parece nombre de una materia. Estaría feliz de que fuera así. Esto, una escuela y HO111, una clase en la que te enseñan algo así como caligrafía o filosofía de la ciencia. Necesito relajarme con algo normal. HO111. ¿Qué será? Mmm. ¿Historia Optativa? Ojalá no, qué aburrido. Naah, ha de ser algo como «Herejía Ostensible». Río. Sí, iría más ad hoc con un plan de estudio de nigromante. Espero que esta no-materia sea algo de relleno para levantar el autoestima. El mapa indica un punto de reunión alejado del Mausoleo, o sea en el jardín del... ¡Guou! El cementerio se ve desde aquí y es enorme. Me encamino al lugar pasando arbustos de apariencia insectoide y hago una pausa cuando me doy cuenta de que me dirijo directo a la reja de entrada al cementerio. Alto, Sila. ¿Por qué siento que ya he pasado por aquí? Esto es un déjà vu, pero feo. Inhalo profundamente y mejor me desvío lejos de ese enrejado, aunque tenga que caminar más. Cuando menos esto es campo abierto y no estaré entre esas lápidas. Oh, cierto, eso me toca hasta la noche cuando acamparemos sobre los muertitos. Me pica la cara de portar esta estúpida máscara, quiero bañarme y no con ella puesta. Vaya que necesito cambiar de aires y refrescarme la cabeza de tanto lío. Esta vida de resurrección no es para nada lo que hubiera esperado. Además, ahora puedo respirar lejos de La Soberana. Estar ante ella se siente como estar ante un hipnotizador de serpientes.

De buenas a primeras me presento antes de tiempo en el lugar marcado por un enorme árbol con forma de... tarántula. No veo a nadie más. Alzo la mirada hacia las ocho ramas detalladamente podadas. Esta cosa hasta tiene ojos, qué asco. Y qué sensación más tremenda de que ya estuve aquí... Me recargo en el tronco y me dejo caer hasta el pasto. Creo que dormitaré. Cierro los ojos por un momento breve cuando mis compañeros aparecen, así de la nada, de la misma forma en la que yo aparecí en mi sala y espanté a mi familia. Cuando menos ya no lo he repetido.

Al único que me da gusto de ver es a Thaumiel, aunque rápidamente lo acapara un chico que me recuerda a un caballo (por hocicón). Por lo que escucho, se llama «Tártaro». Al hocicón le gusta la polémica y ya está tratando de sacarle información a Thaumiel sobre lo que pasó en el laberinto. Thaumiel no le revela nada y ni siquiera hace contacto visual conmigo. Después de salir del laberinto, tuve que cambiarme a una mesa alejada de él. Habla demasiado el cabrón. Está empeñado en resolver el acertijo sobre quién violaría la regla de invocar a un demonio. ¡Ja! Él cree que Amanda es un demonio.

La instructora llega usando un gorro de piel y goggles de aviador. Al parecer ésta será una actividad al aire libre. Gracias. Seremos solo nosotros y el chico de máscara blanca que confundí con Thaumiel en el laberinto. Aparece detrás de la instructora en un parpadeo. Estos chicos han de ser de los que pueden mentalizarse a otro lado. ¿Quién más podrá hacer eso? Yo no sabría hacerlo de forma consciente. La mujer se llama Ada Rogato y nos dirige a un campo abierto donde hay una avioneta y... aparece Caronte.

Genial, genial. Esto será una bomba de diversión. Como me simpatiza tanto La Bestia.

La piloto es una persona de pocas palabras que posee un acento portugués. Se le ilumina el rostro cuando está por entrar a la cabina como si fuera una niña ante su juguete favorito. Giro hacia mis compañeros. No sabía que recibiríamos lecciones de aviación. Quiero preguntar, pero como siempre me inhibo. Las veces que alcé la mano en la escuela obtuve respuestas que me hicieron sentir incómoda y prefiero ser ignorante a sentirme estúpida. Además esto no es una escuela. ¿Estamos de acuerdo? Ignorante es mi mejor actitud. Lástima que no puedo googolear qué está pasando. Me siento como gatito perdido mirando a todos lados.

GEHENADove le storie prendono vita. Scoprilo ora