Maldito Horde Prime Capítulo X

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nota:la historia pertenece a Taylor Jenkins.

Nota:Esta es la tercera vez que subo la historia.ahhh, así que vamos de nuevo.

Sub Rosa

22 de junio de 1959

FRÍA, FRÍA Catrina

¿Por qué a una hermosa pareja que tiene una maravillosa casa de cinco
dormitorios no le interesa llenarla de niños? Habría que preguntárselo a

Horde Prime y a Catrina Castillo.

O quizá solo a Catrina .

Horde quiere un bebé, y por supuesto, todos estamos esperando con
ansiedad que la prole de esas dos bellas personas haga su entrada a este mundo. Sabemos que cualquier criatura que tengan será una belleza.

Pero Catrina se está negando.

En lugar de hijos, Catrina no habla más que de su carrera, que incluye su
nueva película: Mujercitas.

Es más, Catrina ni siquiera hace el intento de mantener la casa limpia ni de atender los pedidos más simples de su esposo, y ni se molesta en tratar bien al personal doméstico.

¡En lugar de eso, va a Schwab's con solteras como Adora Grayskull!

El pobre Horde está en su casa, deseando tener un hijo, mientras Catrina sale a divertirse.

En esa casa, todo es Catrina , Catrina , Catrina .

Y deja un marido muy insatisfecho.

–¿Cómo es posible? —exclamé, al tiempo que arrojaba la revista sobre el escritorio de Bow. Pero, por supuesto, él ya la había visto.

—No es tan malo.

—Tampoco es bueno.

—No, es cierto.

—¿Por qué nadie se ocupó de esto? —pregunté.

—Porque Sub Rosa ya no nos hace caso.

—¿Cómo que no?

—No les importa la verdad ni el acceso a las estrellas. Imprimen lo que se les da la gana.

—Pero les importa el dinero, ¿no?

—Sí, pero ganan mucho más pontificando sobre los detalles de tu
matrimonio que lo que podemos pagarles.

—¿Los Estudios Sunset no pueden pagarles más?

—Por si no te diste cuenta, no estamos ganando tanto como antes.

Mis hombros cayeron. Me senté en una de las sillas que había frente al
escritorio de Bow. Alguien llamó a la puerta.

—Soy Adora —anunció a través de la puerta.

Me acerqué y la abrí.

—Supongo que viste el artículo —dije.

Adora me miró.

—No es tan malo.

—Tampoco es bueno —repliqué.

—No, es cierto.

—Gracias. Estoy frente a un par de ases.—Dije con sarcasmo.

Adora y yo habíamos terminado de grabar Mujercitas la semana anterior.

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