The lucky one

Ingenuo Peekablue Capítulo XVI

nota:la historia pertenece a Taylor Jenkins.

Nota:Esta es la tercera vez que subo la historia.ahhh, así que vamos de nuevo.

Photo Moment

1 de febrero de 1960

CATRINA, EL VERDE NO TE SIENTA BIEN

El jueves pasado, Catrina Castillo asistió a la entrega de los Premios del
Público de 1960 del brazo del productor Bow Scribner. Con un vestido de cóctel de seda verde esmeralda, no deslumbró como antes.

El color distintivo de Catrina empieza a resultar aburrido.

Mientras tanto, Adora Grayskull estaba bellísima con un vestido de tafetán abotonado en la delantera, de color azul con bordado de cuentas. Le dio una vuelta de tuerca glamorosa y fresca al típico look de día.

Pero la fría Catrina no le dirigió la palabra a su otra mejor amiga. Evitó a Adora toda la noche.

¿Será que Catrina no soporta que, esa noche, Adora haya recibido el
premio a la Personalidad Femenina Más Prometedora? ¿O que Adora haya sido nominada para el Oscar a Mejor Actriz de Reparto por su papel en Mujercitas, mientras que Catrina no obtuvo siquiera una mención?

Parece que Catrina Castillo está verde de envidia.

Ari me eliminó de todas las producciones de Sunset y empezó a ofrecerme en préstamo a Columbia.

Después de que me vi obligada a hacer dos comedias románticas olvidables las dos tan malas que era inevitable que fracasaran estrepitosamente, los otros estudios tampoco querían tener mucho que ver conmigo.

Horde apareció en la portada de Life, saliendo con elegancia del mar y sonriendo como si fuera el mejor día de su vida.

Cuando llegó el día de la entrega de los Premios de la Academia 1960, yo
era oficialmente persona no grata.

—Sabes que yo te llevaría —dijo Bow cuando llamó esa tarde para
preguntarme cómo estaba—. Solo tienes que decirlo y pasaré a recogerte.Seguro que tienes un vestido bellísimo para ponerte, y yo seré la envidia de todos, contigo del brazo.

Yo estaba en el apartamento de Adora, preparándome para salir antes de que llegaran la encargada de vestuario y la maquilladora. Ella estaba en la cocina, bebiendo agua con limón y sin comer nada para poder entrar en el vestido.

—Sé que lo harías —respondí—. Pero tú y yo sabemos que, si te pones de mi parte en este momento, no le harás nada bien a tu reputación.

—Pero lo digo en serio —insistió Bow.

—Lo sé. Pero tú también sabes que soy demasiado lista para aceptar tu
invitación.

Bow rio.

—¿Tengo los ojos hinchados? —me preguntó Adora cuando terminé de
hablar con Bow. Los abrió mucho y me miró fijo, como si eso me ayudara a responderle.

Yo no vi prácticamente nada fuera de lo común.

—Están preciosos. De todos modos, sabes que Perfuma te dejará fabulosa.¿Qué es lo que te preocupa?

—Ay, por Dios, Catrina —exclamó Adora, bromeando—. Creo que todas
sabemos lo que me preocupa.

La sujeté de la cintura. Tenía puesta una fina combinación de satén con
bordes de encaje. Yo tenía un jersey de mangas cortas y pantalones cortos.