Brillante,Bondadoso Y Torturado Bow Scribner Capítulo XXXII

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Yo sabía que la única manera de que Bow retomara nuevamente su vida era ocuparlo con Finn y con trabajo. Lo de Finn era fácil: la niña adoraba a su padre. Quería que le prestara atención cada segundo del día. Cada vez se parecía más a él; había heredado sus ojos} y su contextura alta y robusta. Y cuando estaba con ella, Bow dejaba de beber. Le importaba ser buen padre, y sabía que tenía la responsabilidad de estar sobrio para ella.

Pero cada noche, cuando volvía a su casa algo que aún era un secreto

para el mundo exterior, yo sabía que bebía hasta quedarse dormido. Y los días que no pasaba con nosotras, sabía que ni siquiera se levantaba de la cama.

Por lo tanto, mi única opción era el trabajo. Tenía que encontrar un proyecto que a él le encantara. Tenía que ser un guión que lo apasionara y que tuviera un papel estupendo para mí. 

No solo porque quería hacer un papel estupendo, sino además porque Bow no haría nada por sí solo. Pero sí lo haría si creía que yo lo necesitaba.

Entonces me puse a leer guiones. Durante varios meses, leí cientos de guiones. Hasta que Double Trouble me envió uno que le estaba costando que los estudios aceptaran. Se llamaba All for Us.

Era sobre una madre soltera de tres hijos que se muda a Nueva York para intentar mantener a sus hijos y realizar sus sueños. Hablaba de ganarse la vida en la ciudad fría y dura, pero también de esperanza y de atreverse a creer que uno merece más.

 Yo sabía que esas dos cosas atraerían a Bow. Y el papel de Renee, la madre, era honesto, recto y fuerte.

Se lo pasé a Bow y le rogué que lo leyera. Cuando intentó evitarlo le

dije: «Creo que este es el papel que me dará por fin el Oscar». Eso lo convenció de leerlo.

Me encantó grabar All for Us. Y no porque, por esa película, conseguí al fin la maldita estatuilla ni porque mi relación con Double Trouble se estrechó aún más en el plató. Me encantó grabarla porque, aunque no logró que Bow dejará de beber, al menos lo sacó de la cama.

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Cuatro meses después del estreno de la película, Bow y yo fuimos juntos a la entrega de los Oscars. Double Trouble fue con una modelo llamada Bridget Manners, pero desde hacía semanas venía bromeando, diciendo que lo único que quería era asistir conmigo, que yo llegara del brazo con él. Incluso llegó a decir que, dada la cantidad de hombres con los que había estado casada, estaba sumamente frustrado porque nunca me había casado con él.

Tuve que admitir que me sentía cada vez más cerca de Double. Así que, aunque técnicamente él estaba con otra, cuando estuvimos sentados todos juntos en la primera fila, sentí que yo estaba allí con los dos hombres más importantes para mí.

Finn estaba en el hotel, viendo la ceremonia por televisión con Luisa.

Ese día, antes, nos había dado a cada uno un dibujo que había hecho. El mío era una estrella dorada. El de Bow, un rayo. Dijo que era para que nos dieran suerte. Guardé el mío en mi cartera. Bow puso el suyo en el bolsillo de su esmoquin.

Cuando anunciaron a las nominadas para mejor actriz, me di cuenta de que, en realidad, nunca había creído que pudiera ganar. Con el Oscar, llegarían ciertas cosas que siempre había deseado: credibilidad, seriedad. Y me di cuenta de que, si hacía una buena introspección, yo no creía tener credibilidad ni seriedad.

The lucky oneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora