Decepcionante Double Trouble Capítulo XXXVI

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En 1988, Adora aceptó el papel de Lady Macbeth en una adaptación al cine.Habría podido postularse para mejor actriz. En esa película, no había otra mujer que tuviera un papel más importante que el de ella. Pero seguramente se postuló para mejor actriz de reparto, porque llegado el momento, fue esa su nominación. En cuanto la vi, supe que tenía que haber sido decisión de ella.Era así de inteligente.

Naturalmente, voté por ella.

Cuando ganó, yo estaba en Nueva York con Finn y Bow. Ese año,Double había asistido solo a la entrega de premios. Tuvimos una pelea por eso. Él quería que lo acompañara, pero yo quería pasar la velada con mi familia, no enfundada en una combinación modeladora y con tacones de quince centímetros.Además, para ser absolutamente franca, yo tenía cincuenta años. Había toda una nueva generación de actrices con las que competir. Todas eran bellísimas, sin una sola arruga y de cabello brillante. Cuando te conocen por tu belleza, no imaginas un destino peor que estar al lado de alguien y perder en la comparación.

No importaba lo hermosa que hubiera sido. El tiempo pasaba, y todos lo notaban.

Empezaron a escasear los papeles que podía hacer. Los que me ofrecían eran los de las madres de los excelentes roles protagonistas, que se ofrecían a mujeres que tenían literalmente la mitad de mi edad. En Hollywood, la vida es como una curva de campana, y yo había prolongado mi tiempo en la cumbre tanto como había podido. Había durado más que la mayoría. Pero ya había doblado la esquina, y prácticamente estaban jubilándome.Así que no, no quería ir a la entrega de los Oscars. En lugar de volar a Los Ángeles, pasar el día en una silla de maquillaje, y luego esconder la barriga y estar de pie muy derecha ante cientos de cámaras y millones de ojos, pasé el día con mi hija.

Luisa estaba de vacaciones, y no habíamos encontrado a nadie que nos gustara para reemplazarla, así que Finn y yo pasamos el día jugando a limpiar la casa. Preparamos la cena juntas. Después, hicimos palomitas de maíz y nos sentamos con Bow a ver ganar a Adora.Adora tenía puesto un vestido de seda amarillo con volantes en el dobladillo. Su cabello rojo, ahora más corto, estaba recogido en un chignon. Estaba mayor, sin duda, pero nunca más deslumbrante. Cuando anunciaron su premio, subió al escenario y aceptó el premio con la gracia y la sinceridad por las que el público siempre la había conocido. Y justo antes de apartarse del micrófono, dijo: «Y si esta noche a alguien le da por besar el televisor,hágalo con cuidado, no se vaya a romper un diente».

-Mamá, ¿por qué lloras? -me preguntó Finn.

Me llevé la mano a la cara y me di cuenta de que la tenía húmeda de lágrimas. Bow sonrió y me acarició la espalda.

-Deberías llamarla -sugirió-. Nunca es mala idea olvidar los viejos rencores.

En lugar de llamarla, le escribí una carta.

Mi querida Adora:

¡Felicidades! Muy merecido. No cabe duda de que eres la actriz con más talento de tu generación.Te deseo la felicidad más completa. Esta vez no besé el televisor, pero sí celebré el premio con tanto entusiasmo como las otras veces.

Con todo mi amor,Catrina

La envié con la paz de quien envía un mensaje en una botella. Es decir, no esperaba respuesta. Pero una semana más tarde, la recibí. Un sobre pequeño, cuadrado, de color crema, dirigido a mí.

Mi querida Catrina :

Leer tu carta fue como una bocanada de aire después de estar atrapada bajo agua. Espero que me perdones por ser tan directa, pero ¿cómo destrozamos tanto? ¿Y qué significa que no nos hayamos hablado en una década y, sin embargo, siga oyendo tu voz en mi cabeza todos los días?

The lucky oneWhere stories live. Discover now