Capítulo IV

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—No insistas, Taehyung.

El alfa abrió los labios con indignación luego de excusarse inútilmente ante la salida del omega.

En pleno desayuno, Jungkook abandonó el comedor tras recibir una llamada de un "comité" o "consorcio" para un evento que Taehyung trató de entender cada detalle luego de la escasa explicación de Jimin. Pero tener a Sehun mirándole desde la mesa hasta joderle la existencia e intentara acercarse a Jooha, hizo que perdiera los sentidos y tomara al niño consigo, encargándolo a Jimin para ir en busca del omega.

—Nos portaremos bien, te lo prometemos, pero por favor no nos dejes con ese palurdo de Oh Sehun —volvió a pedir persiguiendo el hombre en pleno pasillo y Jungkook suspiró en cuanto las ganas de gritarle fueron de sobremanera.

—Ya dije que no, Taehyung. Quizás para una próxima, pero ahora no.

Extrañamente el alfa sonrió, haciendo que el omega alzara una ceja.

—¿Estás considerando presentarme entre las mafias, Jungkook?

¿Qué carajos?

El aludido paró de pronto. Se giró hacia el alfa y Taehyung sonrió con nerviosismo, encogiéndose en cuanto la mirada ajena le recorrió de arriba hacia abajo y viceversa.

—Te presentaré como mi esclavo si gustas. Pasas vergüenza o proteges tu dignidad. Tú decides —le dijo simplemente, regalándole una pacífica expresión. Taehyung alzó y bajó los hombros, restándole importancia para de nuevo ir tras el jefe.

—Vale, igualmente ya no puedo proteger algo que ya no tengo —dijo simplemente, pero no recibió respuesta— Pero eso no es lo que queremos, Jooha y yo-

—Corrección, es lo que no quieres —el omega le refutó, sin siquiera mirarlo tras mantener sus ojos en frente— Jooha no tiene problemas. Tú eres el marica que no quiere quedarse con Sehun. Te quejas a diario con querer tu libertad de vuelta, pero no haces nada para obtenerla. Demuestra algo, ¿si? Tengo prisa.

—Te odio tanto —susurró, y Taehyung no creyó que lo escucharía. Tragó en cuanto Jungkook le miró de soslayo.

Ay

—Ahórrate tus palabras, a nadie le importa —le masculló, retornando al frente después. Sin embargo, el alfa retomó el paso hasta quedar a la par del otro.

Se preguntó si este omega sonreía a alguien más que no sea solo a su cachorro, ni siquiera lo hacía públicamente o frente a alguien. Su sonrisa y risa eran exclusivas para Jooha.

Y Kim Taehyung debía admitir que su risa era una melodía encantadora.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —retomó y Jungkook puso los ojos en blanco.

—La estás haciendo.

—Una segunda pregunta —volvió a decir y el omega finalmente accedió— ¿Por qué él se debe quedar aquí? No es su casa ni nada, ¿entonces por qué debes soportarlo si no lo quieres?

—Son dos preguntas.

—Pero responde al menos una —le pidió esperanzado y no lo iba a dejar, no hasta obtener una respuesta. Jungkook no tuvo opción que acceder cuando tenía prisa.

—Nos uniremos en tres semanas —soltó y Taehyung separó los labios, desconcertado cuando la voz del omega salió con un ápice de tristeza— El consorcio lo requiere como ley. Es para que nuestros lobos se acostumbren a la compañía del otro, y a pesar de mi posición, ser omega me desacredita. No puedo hacer nada al respecto.

Era un mierda, definitivamente lo era.

—¿Y él te soportará?

Y quizás no debió decirlo.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Where stories live. Discover now