Capítulo XXIII

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—¿Estás bien, Taehyung?

¿Qué debía responder?

Sentía el pecho oprimido, como si miles de rocas recayeran hasta restringirle la respiración.

No debió escuchar, no debió espiar. ¿Ahora cómo logrará disimular frente a Jungkook?

Jimin intentó retirarle la mano de la boca apenas le vio con el nudillo del pulgar entre sus dientes, mordiendo la piel herida, la mirada perdida en un punto en la isla de la cocina.

Toda acción fue inútil.

—Debe haber otra solución, no nos puede mandar lejos. Debe...sé que hay otra solución.

—Taehyung...

—Sé que la hay —reiteró y el omega suspiró suavemente, atrayendo con los dedos un pequeño plato de galletas recién horneadas, el vapor aún emanando—. Jooha es todo para él, aún es un cachorro; los omegas con cachorros pequeños son demasiados vulnerables, sus lobos se vuelven susceptibles a todo. No puede apartarlo de su lado.

El omega apartó la mirada para chocar con la de Seokjin, quien sentado frente a ellos miró con lástima al alfa.

—Al exponerte fue el inicio para que las mafias planeen un complot para encontrarte —este le recalcó y las palabras no ayudaron en absoluto—. Las mafias del Norte ya saben la existencia de Jooha. No tardarán en matarlos a ambos. Jungkook no soportaría volver a perder a las personas que ama.

Un suspiro se prolongó suavemente, recostando el torso en la isla de la cocina, su mejilla aplastada, ojos melancólicos.

—Ni siquiera me dijo un te amo —dijo y el hacker arrugó el entrecejo.

—¿Y tú se lo dijiste a él?

—No creo que aún sea el momento.

—Diosa Luna, él no lo hará —fue turno de Jimin, su tono mofado logrando inquietar al alfa.

—¿Por qué no? —Taehyung reclamó, enderezándose apenas vio al guardia sostener una galleta entre sus dedos.

—Porque a la única persona que le clamó un "te amo" fue el que le destrozó su vida —respondió el guardia—. Ni siquiera recibió un "te amo" como respuesta. Teme salir herido de nuevo, Taehyung. Deberías ser tú quien dé ese paso.

El alfa desvió la mirada hacia el plato, tomando una galleta que retuvo un momento entre sus dedos.

—Una noche lo hablamos, en ese entonces solo llevábamos un mes de relación, no era el momento.

—Mira —Seokjin intervino, su voz relativamente seria—, ya pasó un tiempo, deberían hablarlo otra vez. Jungkook se alegraría muchísimo si escucha un verdadero "te amo", uno sincero.

Parpadearon ante una risa y el hacker le gruñó a Jimin, sus mejillas sonrojadas un poquito.

—¿De qué te ríes, imbécil? —le reclamó, a lo que el guardia inhaló por la boca en busca de calma para hablar.

—Das un poco de vergüenza, hyung. Pareces un adolescente pendiente de su novela de romance —dijo y Seokjin se sonrojó, Taehyung acompañándolo con una risa bajita.

—De seguro Kim Namjoon te aclama su amor cada vez que das un respiro.

La sonrisa del alfa desapareció cuando el hacker sonrió bonito, hurtándole la galleta entre sus dedos para llevarlo a su boca.

—Oye-

—¿Sabes, Taehyung? Mi relación con el joven Kim es complicada —comentó y el estómago del alfa cosquilleó—; yo sé que lo nuestro no es correcto, pero hay algo en sus palabras que me hacen amarlo cada vez más.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Where stories live. Discover now