Capítulo XXVI

1K 158 29
                                    

El ambiente parecía el inicio de una catástrofe.

Los invitados silenciaron ante esa aura prepotente propagada por todo el salón de eventos y no eran sus intenciones, definitivamente no lo eran. Pero de todos los hechos, la noticia de Jimin fue el inicio del mismísimo infierno.

Es Jimin, su amigo de toda la vida, su único guardia omega y el guardaespaldas de su único cachorro.

¿Cómo podía estar en paz?

Abandonó tan rápido el salón que sus pasos se extendieron en el eco del lugar hasta la salida, pisadas que parecían de un titán enervo y las cuales estaban a nada de colisionar algo grande; mucho, mucho más grande.

Bajó los escalones de la entrada rápidamente. Visualizó a lo lejos a Jeonghan y a Dami y los alfas parpadearon perplejos ante la amatista resplandeciente en su mirada, el aura apacible diluida como el azucarillo en el té.

Pero qué-

—¡Wonho! —el omega bramó y los guardias no reaccionaron a tiempo cuando abrió la puerta del piloto y sacó al alfa a la fuerza, impactándolo contra el filo del auto con sus manos aferradas en el cuello del uniforme del otro. Wonho tragó—. ¿Dónde carajos dejaste a Jimin?

—S-señor-

—¡¿Dónde?!

El chofer tragó de nuevo y esta vez recayó en Hoseok quien no parecía entender la situación, la expresión confusa en sus facciones era obvia.

—L-lo dejé en el distrito de Gangnam porque quiso comprar obsequios para los Park. Él me pidió que lo dejara allí —dijo y Jungkook remarcó el agarre, obstruyéndole la garganta.

—¿Y por qué no lo esperaste? —le masculló y Wonho empezó a abrir la boca en busca del aire que le fue restringido—. ¡Habla, maldita sea!

—Insistió en que tomaría un taxi, s-se lo pedí reiteradas veces, pero estaba decidido en quedarse —soltó y el aire retornó a sus pulmones, respirando agitado mientras una mano iba a su cuello—. ¿P-pasó algo con él?

—Jimin jamás llegó a los Park.

Y Hoseok palideció.

Un segundo de distracción costó una mejilla ardiente, con Wonho sollozando tendido en la autopista de la misma residencia y el guardia se abalanzó en su encima, mas fue sujetado por Jungkook y Dami, ambos luchando con la fuerza de este alfa que joder, dio otro golpe al chofer, los gritos haciéndose presente y por los cuales algunos invitados a los alrededores observaron la escena atónitos.

—¡Tenías una tarea, Wonho! ¡Solo una puta tarea que es dejar a Jimin con los Park! ¡¿Qué mierda hiciste?!

—¡Él insistió! ¡Yo le dije para esperarlo, pero no quiso! ¡Me lo negó por completo! ¡¿Qué querías que hiciera?! ¡Saben cómo es él, de algún modo se saldría con la suya!

Las manos del guardia lo liberaron por completo. Wonho se puso de pie y en su escaso equilibrio logró aferrarse a la puerta abierta del coche, los ojos de Hoseok siendo tan aterradores que deslumbraron más que los faroles de los jardines.

El chofer separó los labios para decir, pero los mismos se clausuraron cuando Jungkook abrió la puerta trasera y se subió sin más, con Hoseok rodeando el mismo y subiéndose al copiloto.

—Dami, maneja —el omega le ordenó y la alfa tomó lugar en el piloto de inmediato, apresurando a Wonho en subirse a la par de Jungkook.

Tal vez y solo tal vez, el silencio fue de sobremanera, con tanta tensión que se podía cortar como el papel.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Where stories live. Discover now