Capítulo XVII

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Los mayores bajaron la mirada apenas el omega azotó la puerta del consultorio.

—¿Dónde está Taehyung?

Y las miradas de reojo no faltaron, sin poder decir cuando tenían los ojos ajenos en ellos.

—Señor, ¿no cree que últimamente está muy apegado a Taehyung? —inquirió Hoseok, para después retroceder un paso, la presencia de Jungkook siendo intimidante. No debió decir eso—. S-se fue a disculparse con Jimin.

Dejó atrás a los otros con tal de ir al encuentro del alfa. De alguna manera sabía dónde estaba, era como una corazonada exigente que le pedía buscarlo, quizás su yo omega estaba más sensible de lo habitual.

¿Por qué?

Pasó de largo cuando se topó con unas mucamas, las mismas que se hicieron a un lado y reverenciaron con cabezas agachas y manos juntas frente a sus delantales.

Las habitaciones de los guardias se ubicaban al otro lado de la mansión, pero la de Jimin yacía cerca a la de Seokjin, siendo las únicas dentro del "privilegio" al ser los únicos omegas conformados parte de la guardia.

Tampoco podía exponerlos cuando todos eran alfas y después de lo suscitado con respecto a sus pasados no sería la mejor idea.

Sobre todo Seokjin con su estilo de vida de ermitaño.

La puerta de madera que fue tallada por el mismo Jimin yacía ligeramente abierta, una abertura que dejó a mera ímpetu la presencia del guardia y una más que fomentó su inquietud.

Era consciente de la presencia de Taehyung en el interior de la habitación, mas no lo oía, tampoco sentía que reaccionara ante la voz de Jimin y a quien quizás y solo quizás oía con un ápice de preocupación, como si tratara de mantener la calma antes de soltar sin control.

Algo ocultaba, no estaba dudando.

—¿Le dirás a Jungkook?

Y su sola mención le hizo crecer la curiosidad junto a un nudo extraño en la boca del estómago.

Se asomó un poquito a esa abertura para ver y oír, pero la habitación yacía plagada de la misma oscuridad. Tal vez logró ver al alfa sentado en una silla de bronce cerca a la cama y al otro en esta con las piernas retraídas, abrazando una almohada mientras la espalda chocaba contra la cabecera.

—De alguna manera debe saberlo. Traté de evadir el tema desde el regreso de París, pero debo dar una respuesta. Si el jefe llega a enterarse por su propia cuenta, capaz lo mate —el omega comentó preocupado, apretando la almohada con más fuerza—. Yo sé, Taehyung, sé lo que Jungkook es capaz de hacer con tal de salvaguardar a quien debe. Pero tampoco puedo permitir que cometa una imprudencia que perjudique su título. Tiene sus razones, y tiene las de ganar. Pero aún así, las influencias no serán suficientes.

Un silencio prolongado de unos segundos casi le da cabida a ingresar.

Su palma recayó en la puerta para empujarla, seguro de entrar, mas la aspiración pausada del alfa lo retuvo con un pie casi dentro.

—La decisión es tuya —Taehyung le concedió, dudando un poco— y- bueno... no tengo nada para acotar. Solo te sugiero que no evadas el tema. Es mejor mostrarle las cartas lo antes posible.

—¿De qué cartas hablan?

Y tal vez y solo tal vez Park Jimin medio palideció.

Se recompuso en la cama y terminó sentado al borde, sus inquietos ojos en los del jefe y Taehyung se apartó para ponerse en pie, evitando mirar a la cara a Jungkook quien le tiró una mirada de soslayo, como una advertencia de no estar solo con un omega ajeno a él.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Where stories live. Discover now