Capítulo XI

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No era la gran cosa, pero sería mentira si dijera que ver a Taehyung no ir con los demás alfas a ese salón privado le causaba ansiedad.

Debes ir —le dijo cerca, pero el alfa no lo escuchó a pesar de que prácticamente le tenía gritándole al oído—. Los alfas se van al salón a beber y a jugar poker, ve.

No quiero ir, no conozco a nadie.

Solo ve y relaciónate

No quiero —insistió y Jungkook le golpeó el hombro en un empujón, ambos robándose algunas miradas cuando ese intercambio dejó a la vista expresiones molestas, quejas y algunos gritos que a pesar de la música se oían.

Y a decir, aunque Jung Hoseok se mantenía pendiente de ambos, no se atrevió a intervenir, pues la escena resultó totalmente graciosa ante los ojos de tantos.

—Siempre tienes que ser tan testarudo, ¡vete ya!

—Y tú siempre tan mandón. ¿Qué te crees? ¿Adolf Hitler?

—¡Solo haz lo que te digo!

—¡No quiero!

¿Desean un trago, señores?

Y voltearon ante la voz de un mayordomo. Cargaba una bandeja en su mano con copas pequeñas de licor transparente, y no dudaron, tomaron uno cada uno y sin más bebieron de golpe...

Para al siguiente segundo escupir con fuerza, tosiendo con necesidad en busca de calmar el ardor de sus gargantas.

¡¿Qué mierda es esto?! —Jungkook gritó en un jadeo, aún tosiendo mientras oía a Taehyung respirar agitado en busca de aire.

Shocks de ron, vodka y whisky. También tenemos tequila-

Trae dos bandejas.

Y el alfa se giró con labios y ojos abiertos en demasía, sin nada que adquirir cuando las palabras le fueron nulas a causa del quemazón.

¿Acaso perdió la cabeza?

¡¿Estás loco?! Te va a dar un coma etílico. Necesitarás como tres bolsas de suero para hidratarte.

El omega le tiró una mirada de soslayo.

¿Acaso tienes baja resistencia al alcohol? Por favor, demuestra que no eres tan marica —le retó y Taehyung chasqueó los dientes. ¿Débil resistencia al alcohol? ¡Jamás!

Ah, con que estamos con esas, eh —le farfulló y Jungkook se rió con arrogancia, viendo a dos mayordomos llegar a ellos con una bandeja cada uno, diez copitas a la vista—. Bien —dijo seguro, acercándose con el omega a la mesa del buffet y otros mayordomos se encargaron de dejar un espacio vacío para las bandejas, una para cada uno respectivamente—. El que resista menos, le concederá un deseo al otro.

Créeme, concederás todos mis deseos, esclavo.

—Eso ya lo veremos, jefe Jeon.

Y en tres...dos...uno...

El round empezó de tal manera que copa tras copa fue vaciada, la expresión en sus rostros siendo tan visible que la atención de las personas cayeron en ellos, sorprendentemente, sus gruñidos y quejas ante el ardor de sus gargantas siendo lo principal para que todos se acercaran a su alrededor y sean los factores de la noche.

Incluso la típica reunión de alfas fue olvidada para enfocarse en cómo este jefe de la mafia más prestigiosa y ese alfa de origen desconocido bebían de una forma increíble, a veces balanceándose, a veces diciendo incoherencias a causa de los altos niveles de alcohol, pero jamás dejándose de verse a los ojos, jamás desistiendo m ante el otro por más la cabeza era un torrente y les pedía parar.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Where stories live. Discover now