Capítulo XXXVIII

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Se podría decir que Jungkook estaba tolerando la situación lo suficientemente bien.

O eso suponían los miembros de las mafias.

Se acurrucó contra sí mismo mientras la nieve caía de a poquitos hasta invadir el jardín a su alrededor.

Sus cansados ojos sólo pudieron vislumbrar la fuente en su delante, el agua siendo nula ante el frío del invierno, incluso algo a su alrededor había cambiado de forma espontánea, la alegría solo era un recuerdo y la tranquilidad una sensación por la cual desear.

—Jungkook.

No reaccionó, pero su mirada suave recayó en la mano estirada del alfa, con Namjoon esperando a que la tomara para levantarse de la banca.

—Las Lunas te están esperando, ¿piensas llegar tarde?

Recayó nuevamente en la fuente. El mayor soltó un suspiro, pero no se limitó a esperar. Le tomó la mano y lo obligó a levantarse, el dolor en la espalda baja siendo tan agudo que le hizo jadear mientras llevaba una mano a la zona.

—¿Qué mierda te pasa?

—Sigues desorientado —el alfa le respondió, y Jungkook se apartó cuando vio su mano levantada con la intención de quitarle la nieve del abrigo. Namjoon se contuvo—. La única manera de que reacciones es tratándote con brusquedad. No tengo otra opción.

—No te cuesta tratarme bien —le pidió, mientras los ojos ajenos se posaban en su abultado vientre protegido por el abrigo grueso—. He estado soportándote todos estos meses, he hecho todo lo que me pidieron. Solo... solo quiero que estés de mi lado.

—Estoy de tu lado, pero no estás poniendo de tu parte —le demandó, siguiéndolo hasta salir del jardín, con dos guardias escoltándolo—. Te has comportado bien estos meses, debes seguir así. Estoy haciendo lo posible para que no te digan nada. Dame algo de crédito, por favor.

—Ya tienes todo, ¿qué más quieres? Incluso tu padre ha sacado provecho de esto. No sé qué más esperas de mí.

—Jungkook, ya hemos hablado de esto. Evitemos discutir, ¿de acuerdo? —Namjoon intentó persuadirlo, pero el otro lo ignoró, alejándose para regresar a la misma mansión.

La rutina se volvió monótona. Asistir a reuniones de las Lunas, acompañar a Namjoon a eventos de las mafias, regresar a la mansión y quedarse encerrado en la habitación o sentarse frente a la fuente.

La típica reunión de las Lunas que alguna vez fue destinado, ahora era odiada más de lo que jamás había imaginado.

Sentado al lado de la Luna Min, la omega extendió la mano hacia él, apretándole la suya ligeramente como muestra de consuelo mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios rojizos.

—El solsticio de primavera se llevará a cabo en la mansión Min, ¿estás de acuerdo, Yeonhee?

La mencionada sacudió la cabeza, y la Luna Choi parecía consternado.

—El solsticio anterior se realizó en mi casa; deseo dar la oportunidad a otra Luna de ofrecer su residencia para el evento.

—Bueno, ¿qué tal si Jungkook-ah nos brinda el honor de realizar el solsticio en su casa? —propuso la Luna Park, con los demás omegas pareciendo estar de acuerdo—. Como iniciación de su matrimonio con el jefe Kim, sería una buena idea que fueran los anfitriones.

—¿Estás de acuerdo, Jungkookie? —Min preguntó suavemente, la preocupación haciéndose presente al no recibir respuesta del omega, quien mantenía la mirada fija en un punto indefinido—. ¿Jungkookie?

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Where stories live. Discover now