Capítulo XXXIV

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Jimin separó los labios apenas una carta fue estirada hacia él.

—No.

—Yo solo la entrego, ya depende de ti si lees o no —Dami dijo, manteniendo la dichosa carta entre sus dedos y el omega la miró por enésima vez.

—¿Y si no la quiero? —este le refutó, haciendo que la alfa alzara y luego bajara los hombros.

—Entonces no me queda de otra que dejarla en tu habitación —respondió simplemente—. Ya dije, depende de ti si lees o no, o haz lo que quieras, eres responsable de ella.

Un suspiro seguido de un morder de labios fue lo siguiente para recibir esa carta, sus dedos colándose en la solapa para abrirla.

Pero ambos recayeron al fondo del pasillo al escuchar unos pasos, mismos que chillaron contra el suelo brillante y fueron tan rápidos que la preocupación emergió al instante.

Se apresuraron a ir a ese lugar en dónde el taconeo resonó fuerte y pronto vieron a Jungkook correr con la mano en su boca en dirección al baño más cercano, su cuerpo pareciendo querer desvanecerse en cualquier segundo.

Ay Dios

Jimin jadeó apenas lo encontró en el primer cubículo, de rodillas en un sin fin de arcadas mientras hacía presión en su estómago para expulsar todo, solo siendo agua lo que encontró al fondo del inodoro.

—Ya...ya... —dijo sobando la espalda alta y el menor sacudió la cabeza, jadeando con esfuerzo mientras la saliva era acidez pura—. Ya pasará, los primeros meses son así, ¿recuerdas?

—Mh-

Y Jimin tal vez debió estar atento, pues un poco de vómito le cayó en el suéter que llevaba, el olor llegando a las fosas nasales, la respiración entrecortándose y...

—Cr-creo que voy a vomitar.

Jungkook le miró tras chocar la espalda contra la pared divisoria, la tranquilidad retornada en medio de espasmos en su pecho.

—Ni se te ocurra hacerlo enfrente de mí —le advirtió y el otro sacudió la cabeza, una sonrisa chiquita formándose en sus labios—. Esto es patético.

—Es parte del embarazo —el otro comentó tomándole del brazo, ambos levantándose a la vez—. ¿Existe la posibilidad de tener los mismos antojos y ascos que cuando estuvo embarazado del joven maestro?

—No lo sé, ojalá no. No lo soportaría.

Y esperaba que así sea.

Dami se acercó con un papel toalla, absteniéndose de hacer algo cuando Jimin se encargó de todo.

Necesitaba algo de ayuda para regresar a la oficina; se tambaleaba torpemente mientras su estómago seguía revuelto, pero ya vacío de cualquier contenido. Durante todo el día, solo había ingerido agua y comida ligera, principalmente sopas. Estaba realmente cansado de ellas, pero eran lo único que podía tolerar hasta que pasara el tiempo suficiente para poder consumir algo más adecuado.

Gestar un cachorro no era tan lindo que digamos.

—Quiero a mi hijo en mi oficina —le solicitó al ex guardia, quien dio un asentimiento, dejándolo al pie de la dichosa oficina y Jungkook esperó en perderlo de vista para poder ingresar.

Pasó de largo hasta tomar lugar en la silla detrás del escritorio, sobándose las sienes con los dedos apenas la cabeza fue un lío. Estaba mareado, con náuseas, cansado, y apenas hacía unos minutos había vomitado.

¿Qué más faltaba?

—Señor, acaba de llegar una carta de la Luna Min, al parecer desea hacerle una visita.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن