Capítulo VII

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—Shuhua fue despedida.

Las miradas atónitas llenaron el silencio del segundo comedor. Los guardias se murmuraron entre sí y Taehyung separó sus labios, perplejo cuando esa linda jardinera no hizo más que robar su atención.

Justo días atrás le platicó a Jungkook con respecto a ella.

¿Coincidencia?

—El jefe Jeon no despide a nadie por gusto, ella debió hacer una falta para ganarse ese despido —Jimin comentó moviendo los palillos al aire, haciendo que la cocinera apretara sus labios sin saber qué decir.

—¿Te olvidaste que despidió a Yeri solo porque rompió un jarrón?

—Un jarrón de su madre. ¿Dónde le ves el "despedir por gusto"?

Jihyo, si Taehyung no mal recuerda, era una de las omegas relativamente cercanas a esa linda omega de cabello negro y piel clara. No hizo más que intercambiar una que otra palabra, por lo tanto no tiene porqué preocuparse, ¿no?

—En fin, no podemos interceder en las decisiones del jefe, él sabrá lo que hace.

Okey...

Ceñudo, miró con dirección a la entrada, procesando la situación en busca de un estímulo, el que sea que lo impulsara a ir en busca de una respuesta precisa.

Aprovechó la distracción de Jimin para abandonar el comedor. Recorrió dos pasillos extensos hasta llegar a la oficina principal. Tocó y al no recibir respuesta, giró la manija y ¡mierda! Su vida pasó como una película cuando la punta de la daga rozó la par de sus sienes, encajándose contra la madera de la puerta.

—¡¿Qué carajos, Jungkook?!

—¡No te concedí el ingreso!

—Pero eso no significa que debas lanzarme una daga, imagínate si hubiera venido con Jooha —le regañó y Jungkook tragó ante la sola idea —En fin —cerró la puerta tras él e ingresó las manos a los bolsillos de su pantalón, acercándose—. No respondías, pensé que te había pasado algo.

—¿Cómo qué?

—Cómo desmayarte.

—¿Por?

—Por exceso de trabajo —le recalcó hastiado. ¿Acaso debía decirle todo en partes?— Debes relajarte un poco, todo el día estás sentado llenando documento tras documento, ayer ni siquiera estuviste aquí. Jooha te extraña mucho.

Y la sola mención hizo al omega soltar el bolígrafo entre sus dedos, observando sin pestañear al alfa que quedó enfrente, el escritorio en medio.

¿Descuidó a Jooha estos últimos días?

Dios, ¿en verdad lo descuidó?

Su pecho se oprimió de tal manera que el alfa sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal hasta llegar a la nuca. Taehyung apretó los labios, buscando cierta idea para acotar cuando el silencio reinó en ambos.

Vamos, vamos, vamos.

—¿Y si salimos los tres al bosque?

Algo en Jungkook hizo "clic".

Se paralizó por unos segundos, unos cortos antes de dibujar una sonrisa ladina.

Vale, mala idea.

—¿Salimos? —preguntó desencajado, con una ceja alzada—. Pueden salir al bosque con un par de guardias, pero se me hace imposible ir, no me encuentro disponible.

—Vamos...solo serán unos minutos.

—No puedo, Taehyung. En verdad...lo siento.

El alfa suspiró derrotado, aunque portaba una carta bajo la manga.

UN ESCLAVO PARA JEON | KTH&JJK [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora