Capitulo 1.

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Capítulo 1

Vaya vista.

El vagón que se había deslizado ladera abajo yacía destrozado, el equipaje que una vez sostuvo esparcido por aquí y por allá. A pocos pasos del desastre se encontraba un hombre sangrando.

Cassion Carter. Él era el hermano mayor del protagonista masculino, también era uno de los villanos de la novela.

Pisando la grava descuidada, me acerqué y me inmiscuí en esta tranquila pero estridente escena. Cassion, que estaba completamente cubierto de sangre, jadeó con fuerza y levantó la cabeza con dificultad al notar mi presencia.

—Por favor… sál… vame…

Con una emoción desbordante, su súplica rota transmitía una intensa desesperación que parecía decir: Quiero vivir. Es injusto. Todavía no he terminado. No quiero morir.

Me incliné hacia él para mirarle más de frente, y unos ojos tan rojos como la sangre que cubría su cuerpo se abrieron para encontrarse con los míos.

—¿Quieres vivir, eh?

Parecía que ya había gastado todas las fuerzas que le quedaban, así que en lugar de responder con palabras, se comunicó con un sólo, lento parpadeo. Levanté su barbilla con cuidado y su sangre empapó inmediatamente mis propias manos como si yo también hubiera sido herida. Me arrodillé a su lado y coloqué su cabeza en mi regazo. Su sangre era tan roja como su palidez era cenicienta.

—Si quieres vivir, debes prometerme una cosa.

Como si fuera una bestia salvaje que hubiera sido cazada y abandonada a su suerte, él respiraba con increíble dificultad. El aire caliente se filtraba a través de mi ropa y me rozaba los muslos. Me acerqué a su cara y le acaricié la mejilla en un intento de reconfortarlo, y lo que se encontró con mi gesto fue una mirada llena de determinación y resentimiento.

—Si te salvo…

Da tu vida para proteger a mi hermana.

Mi hermana menor, Alicia Valentine, quien es también la protagonista femenina de esta distorsionada novela.

De esta forma, mi hermana y yo no tendremos que compartir el mismo destino.

* * *

Pasaron unos días antes de que me topase con Cassion cuando me desperté como la villana de este mundo, Rosseta Valentine.

¡Hwic!

Hubo un sonido penetrante que rasgó el aire, directo a mis oídos. Aturdida, me desperté en una habitación ajena en la que entraron dos desconocidos, uno tras otro.

“¿Qué es esto…?”

¿Dónde estoy?

Mientras mi mirada vagaba, una mujer que llevaba una fusta en la mano levantó un brazo con un gran movimiento. Delante de la mujer había una chica que parecía tener unos diecisiete años, temblando y parpadeando repetidamente mientras estiraba los brazos hacia delante. A pesar de estar ante este lamentable espectáculo, el látigo se alzó en alto y surcó el aire sin remordimientos.

¡Hwic!

Incluso cuando el látigo emitió un sonido agudo que seguramente causó un inmenso dolor, la muchacha no emitió ningún sonido y, en cambio, se mordió los labios. No gritó ni gimió, no traicionó ni una pizca de desafío.

“¿Qué está pasando aquí exactamente?”

Qué forma de despertar tan singular. ¿Por qué había alguien recibiendo una paliza delante de mí? ¿Habría más personas que serían golpeadas?

LA AGOTADORA REALIDAD DE LA TRANSMIGRACIÓN A NOVELAS - NOVELA  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora