Capitulo 17

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LA AGOTADORA REALIDAD DE LA TRANSMIGRACIÓN A NOVELAS - NOVELA - CAPITULO 17

• Capítulo 17

Melvin, con los ojos llorosos, tenía la cabeza baja. Entonces, dio un respingo al oír la voz dulce y tranquila de la señora.

¿Qué quería decir con eso de mantener el secreto? No podía entenderlo. La serena atmósfera de Rosetta era ilegible.

—Me llevaré a ese hombre para que lo traten, pero mantengamos en secreto que lo hemos recogido de este lugar. En realidad, ¿no es injusta esta situación? —Ella siguió hablando mientras miraba al hombre herido.

—¿Q-Qué quiere decir con eso, Milady?

Rosetta inclinó la cabeza hacia un lado, como si la respuesta fuera obvia. Melvin la miró sin comprender, y luego dirigió su mirada hacia el hombre herido.

—Nos cortaron el paso en el camino, pero ese caballo de allí se asustó y huyó. No sé usted, pero ¿no cree que es injusto? Yo estaré bien, pero... usted podría perder su trabajo. —La voz de ella, que lo adormecía, tenía un misterioso poder para atraerlo. —¿No es injusto, Melvin?

Escuchando sin decir una palabra, asintió inconscientemente. "Ahora que lo pienso, la señora tiene razón". ¿No fue él a quién le cortaron el camino? Estaba dirigiendo el carruaje normalmente, pero el otro caballo se sorprendió a sí mismo y entonces ese otro hombre se cayó por el borde él solo.

Era extraño... no, sería injusto que se le pidiera tomar toda la responsabilidad de este accidente.

—Eso es cierto.

—Además, he oído que bastantes sirvientes serán despedidos y reemplazados pronto.

—¿Perdón?

Había estado observando el carruaje, pero su mirada volvió a dirigirse a Rosetta.

Su voz se volvió más baja, como si las palabras que iba a decir fueran un gran secreto: —Muchos sirvientes están a punto de ser despedidos, pero yo, por mi parte, creo que usted es el mejor jinete que tenemos. Quiero que trabaje para los Valentine durante mucho tiempo. Así que, mantengamos lo que pasó hoy aquí sólo entre nosotros dos, ¿hm? ¿Qué dice?

—Aún… aún así, ¿estaría bien? —Era una pregunta desesperada, pero el péndulo ya había oscilado hacia el otro lado desde hacía tiempo.

Rosetta sonrió dulcemente y asintió, como un juez que había absuelto a un pecador.

—Por supuesto. No es que vayamos a abandonar a este hombre, me responsabilizaré de él y me aseguraré de que sea visto por un doctor.

—Mi... Milady…

—No se preocupe. Cuando se despierte, hablaré con él e ignoraremos este incidente. Fui yo quien le pidió que me trajera a esta montaña aunque no estaba en nuestro itinerario, así que al menos debería hacerlo. Lo único que tendrá que hacer es mantener sus labios bien cerrados. Si alguien pregunta o levanta alguna sospecha y nuestras palabras no coinciden... a mi sólo me llamarán mentirosa, pero usted se quedará sin trabajo.

—Mantener mis labios bien cerrados…

—Nunca vinimos aquí en primer lugar. Miré alrededor de la ciudad tal y como dice mi itinerario, después usted me dejó en el hotel. Nunca me acerqué a esta montaña, ¿verdad? —A medida que sus suaves susurros continuaban, el corazón de Melvin fue dejando de latir nerviosamente.

Al final, él quiso tomar sus manos entre las suyas y llorar. No se le culparía en absoluto, por el contrario, la señorita se encargaría de todo ella misma. No sólo eso, sino que incluso se preocupó por su trabajo y le sugirió que lo mantuviera todo en secreto.

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