Capitulo 48

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LA AGOTADORA REALIDAD DE LA TRANSMIGRACIÓN A NOVELAS - NOVELA - CAPÍTULO 48

• Capítulo 48

En la novela original, Diana era una asesina de la más alta clase.

Ágil de pies, rápida de manos, y tenía un ingenio muy agudo. Era esa clase de asesina.

Ese fue el resultado de no poder superar la subida de los precios de la medicina de su hermana pequeña, y al final tuvo que tomar un camino más oscuro.

No parecía que hubiera matado a nadie todavía, pero… "A este paso, ella va a empezar a matar gente en un futuro próximo".

En cualquier caso, como asesina, más tarde se hizo totalmente leal a Leo y le sirvió como sus manos y pies. La razón de eso era simple: Es porque Leo curó la enfermedad de Ría.

Entre los objetos de la Casa Carter sobre los que habían realizado investigaciones mágicas, dio la casualidad de que había uno que podía curar la rara enfermedad que padecía Ria. Leo se lo ofreció a Diana, y la medicina tuvo un efecto excepcional en la niña.

A decir verdad, fue un golpe de suerte.

Como aún se estaba estudiando, la poción estaba incompleta y aún podía tener efectos secundarios. Cuando Leo le dio esa medicina a Diana, en primer lugar, sólo pretendía ser una "prueba clínica".

Diana, al final, no sabía la verdad detrás de esto.

Ciega a la verdad, para ella, Leo era enteramente sólo el “salvador de mi hermanita”. Y Diana era alguien que haría cualquier cosa por su benefactor.

—No es apresurado. Serás profunda y excepcionalmente leal, porque quieres y te preocupas mucho por tu hermana.

Mientras Rosetta pensaba en la novela original durante un rato, sonrió y contestó así. Por otro lado, Diana no podía sonreír en absoluto.

De hecho, ella también conocía sus agudos sentidos.

Teniendo que sobrevivir desde el fondo de la manada, no tuvo más remedio que tener esos sentidos. Y, con ese agudo ingenio, se dio cuenta de que las palabras de Rosetta tenían claramente un significado subyacente.

Dicho esto...

—Justo ahora, lo que está diciendo... ¿Está diciendo que tomará a mi hermana como rehén?

Hizo la pregunta, pero, mientras contenía la respiración, no obtuvo respuesta de inmediato.

El silencio era sofocante. Estaba tan nerviosa porque el silencio podía interpretarse tanto como un sí como un no.

Los dedos de Diana se enroscaron en el suelo. Y sus uñas arañaron la superficie áspera y árida.

—Antes de venir aquí, averigüé algunas cosas sobre ti...

—¿Perdón?

—-¿Escuché que trabajas para uno de esos gremios turbios? Y que allí pediste prestado dinero para la medicación de tu hermana.

Ante la pregunta en voz baja de Rosetta, Diana parpadeó.

“¿Averiguaste algo así en tan poco tiempo?” Tal vez era natural que su influencia sobre la información fuera tan poderosa por ser una princesa ducal.

Cada vez que confirmaba una vez más los aspectos monstruosos de la princesa, el corazón de Diana se tensaba aún más por la ansiedad. Ya de por sí se estaba volviendo loca de preocupación por Ria, que seguía contando sola al otro lado de la puerta.

LA AGOTADORA REALIDAD DE LA TRANSMIGRACIÓN A NOVELAS - NOVELA  Where stories live. Discover now