Capitulo 47

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LA AGOTADORA REALIDAD DE LA TRANSMIGRACIÓN A NOVELAS - NOVELA - CAPÍTULO 47

• Capítulo 47

Tras atravesar los callejones a toda prisa, Harron se detuvo frente a una vieja casa, que tenía una puerta roja deformada que estaba inclinada.

Con manos temblorosas, llamó a la puerta.

Toc, toc.

—¡Ria! Ria!

Entre gritos tensos, Harron sintió como si le hubieran prendido fuego por dentro. Sus manos seguían temblando mientras rebuscaba en sus bolsillos la llave de la puerta principal, pero la puerta chirrió al abrirse.

A través de las lágrimas de sus ojos, Harron vio la cara de su hermana pequeña al abrirse la puerta.

—Eh…

—¡Ria!

Harron abrió la puerta de golpe y entró rápidamente en la casa. Se desplomó en el suelo mientras abrazaba a su escuálida hermana pequeña, dejando escapar un enorme suspiro de alivio.

Esta era una casa sin sol, donde los rayos del sol no llegaban ni siquiera cuando estaba en lo alto del cielo.

—¿P-Por qué estás…? ¿Ha pasado algo?

Confundida por la repentina situación, Ria palmeó a Harron en el hombro y preguntó a su hermano mayor.

Después de que Harron confirmara que su hermana estaba ilesa, sintió que toda la tensión de su cuerpo se liberaba. Entonces, detrás de ese alivio había preocupación y rabia.

—¡Tú! ¿Qué es esto? Tú hiciste esto, ¿verdad?

Harron dejó de abrazar a Ria y la bajó, luego abrió la mano.

Durante todo el tiempo que corrió hacia aquí, había algo en su puño cerrado. Una muñeca tosca y de mala calidad con el pelo blanco.

—Urk.

En cuanto vio la muñeca, Ria tembló como una niña a la que han pillado haciendo algo malo. Con sus ojos grandes y redondos temblando, trató de calcular el temperamento de Harron.

Sólo eso ya era respuesta suficiente.

Se le saltaron las lágrimas.

Harron sintió que su garganta se apretaba con una sensación de ardor. Ante esto, tragó en seco y reprimió sus emociones.

—¡Yo, yo te dije que no hicieras eso nunca más! ¿Y si te enfermas…? Además, sabes que éste es un callejón peligroso, ¿verdad? ¿Y si te metes en problemas estando sola?

Mientras Harron trataba de contener sus lágrimas, su voz aumentaba aún más en volumen. A medida que el regaño de Harron continuaba, las lágrimas también empezaron a brotar de los grandes ojos de la niña.

—Lo... lo siento... ¡Aún así, aún así, la amiga de la Hermana Mayor fue quien lo compró! —Murmuró esto la niña, como una excusa.

La cabeza de Harron se fue enfriando cada vez más.

—¿Amiga?

Harron parpadeó ante la palabra desconocida.

Ella* no tenía amigos. Los amigos eran un lujo, así que nunca los había tenido, ni había intentado hacerse amiga de ninguno.

[N/Trad: *Se revela que el género de Harron es femenino.]

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