Una maldición de sangre y dolor

V

Suicidio

Ante la pregunta Violet se notó asustada mientras que Derek estaba tenso, el silencio invadió la habitación y solo se escuchaba el sonido de la lluvia; Derek escupió al hombre que lo sujetaba y ante esa actitud fue golpeado nuevamente.

El forcejeo de parte de Violet empezó al ver a su padre siendo golpeado con brutalidad.

El sonido de su rostro y cuerpo siendo golpeado era abrumador, aún más, cuando no podía hacer nada.

—Oye revisa su brazo izquierdo —Ordenó el segundo

El lobo que sujetaba a Derek asintió con la cabeza.

La manga de su brazo izquierdo fue dañada y la marca fue buscada, Derek intentó detenerse, pero el hombre que lo sujetaba era más fuerte y pesado negándole esa posibilidad; ante tanto forcejeo su brazo fue acomodado y las garras del lobo traspasaron su carne provocando que gritara de dolor.

La marca fue revelada en su brazo izquierdo y el hombre sonrió.

—Él es la sangre maldita —Pronunció.

—Ya saben que hacer —Dijo el segundo al mando y tomando a Violet de la cabeza apretaba su cabello, una daga se posicionó en su cuello y estaba apunto de ser deslizada lentamente

Derek que observaba como su hija estaba a punto, pensó en cómo ser liberado antes de que el cuello de Violet terminará siendo degollado

—Déjenla a ella, qué necesidad tiene de matarla, son de la manada de Sköll, ¿cierto?

Se miraron unos a otros recordando el nombre del personaje, se acercó a Derek quien tenía una auténtica cara de horror, sonrío al ver eso, para luego observar al lobo que lo sujetaba y darle una indicación para que se levantara, dejando libre al humano.

Se arrastró con dificultad, sosteniendo su brazo mientras grandes colmillos lo acechaban, una de sus piernas fue sujetada con fuerza, prohibiendo el movimiento.

Ante el agarre las garras fueron clavadas en su pierna, trato de que sus labios no saliera un gemido de dolor y así no generar problemas; su pecho subía y bajaba lentamente mientras que la mirada del hombre en frente lo observaba con superioridad, sus ojos brillaron iluminando su rostro un poco.

—¿Qué propones para no matar a esa mujer? —Preguntó.

Se quedó pensativo y no dio respuesta.

A sus espaldas, un mazo de madera no lo dejaba continuar y mientras era acechado por el lobo

Tomó la escopeta con rapidez, se la puso en la boca y disparó; partes de su cabeza se pegaron en el suelo, la boca de Derek quedó destruida, la parte superior de su rango tenía un agujero enorme.

Su sangre espesa color carmesí se fue acercando a ella hasta tocar sus pies donde quedaron teñidos, su corazón y respiración se cortaron, sus ojos se aguaron y de ellos salieron lágrimas la cuales trató de retener.

Todos estaban estupefactos y más el lobo al mando quien no sabía con qué responder, el líder se levantó y observó el cadáver, para luego patear la cabeza.

—Asqueroso, ¿esto es lo mejor qué tenía? Que cobarde —Mencionó y sus ojos se posicionaron en la chica —Pobre mujer, debes estar traumada, oíste y viste como varios murieron ante tus ojos —Se acercó a ella y observó su rostro, sus pupilas se encogieron, tenía los ojos abiertos y su pecho hacia pequeñas pautas ante de respirar normal —¿Qué eres de la sangre maldita?