Eros

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Luego de la gran sorpresa que recibí noche antes, el noviazgo con Ashton pasó a un segundo plano y es más, ya lo había olvidado.
Cuando desperté, observé la habitación en busca de Ethan y cuando lo encontré estaba adormilado en el sillón junto a la cama, cuando se percató de que estaba despierta, inmediatamente se levantó preocupado para observarme. En ese momento recordé la pesadilla y sentí un poco de miedo al verlo y me encogí en mi lugar viéndolo con miedo.

Mi acción fue suficiente para que él se detuviera en seco y me hablara con tristeza. — Hola... ¿Cómo te sientes?

— Como si me hubieran atravesado con una lanza. ¿Y tú? — Pregunté sonriendo. Aún se hallaba avergonzado, no dijo nada.
Cuando traté de levantarme, aún dolía el abdomen entonces me tiré de vuelta hiperventilando por el dolor.

— Si te atravesaron con una "lanza" deberías ser más inteligente y no levantarte. ¿A qué idiota se le ocurre levantarse? Oh sí, a ti. — Respondió alterado, ni siquiera se molestó en ser gentil.

Ok, ya empezamos.

— Te recuerdo que estoy metida en este problema por culpa tuya. Te oí hablando con ella el otro día, sin embargo me dijiste que hablabas solo. ¿Qué mierda Ethan? ¿Desde cuándo nos escondemos las cosas? — Él hizo un gesto de sorpresa. — Creí que teníamos suficiente confianza como para contarnos las cosas. Te dije sobre mis dones, tanto te costaba decirme lo mismo, ¿Ethan? Ya ni sé si llamarte así o decirte Eros. ¿Tan difícil era decirme que eras un maldito dios? Me siento idiota en este momento, esto es muy humillante.

— Sí Estelle, lo era. No decirte esas cosas era muy difícil al igual que decírtelas.

— ¡No! No lo era; solo podías decir, Hey Estelle adivina qué, soy un dios. Oh y mi nombre no es Ethan, es Eros. Lo iba a entender de cualquier forma, pero ¿esperar a que esté a punto de morir? ¿Qué acaso me usaste?

No sé qué me pasó en ese momento, me porté muy mal, lo sé; pero tenía muchas emociones acumuladas. Era desquitarme con él o llorar por horas en posición fetal. De igual forma no funcionó del todo porque empecé a llorar mientras le reclamaba y me cubrí el rostro avergonzada. Odiaba muchísimo llorar delante de alguien.

Me levanté como pude ignorando el dolor punzante pero caí al suelo. — ¡Mierda!

— ¿Qué no entiendes? Tienes que descansar, ¡joder! — Ethan ya estaba irritado, diría que muy furioso; pero aún así ayudó a ponerme en pie nuevamente. 

- Tú eres el que no entiende! Debería estar bien, no debería ni de sentir dolor sin embargo la puta herida sigue abierta por delante y por detrás, y lo peor? Tengo que actuar como si nada hubiera pasado. 

Noche antes, mientras los paramédicos ayudaban, los agentes a cargo de la misión recalcaron una y otra vez mantener todo en secreto porque sería sumamente desastroso hablar de lo sucedido. Es decir, si contábamos a alguien más involucraríamos a esa persona también, y al estar involucrada, su familia también, etc. Entonces si hablábamos poníamos en riesgo de muerte a todos según ellos. Con esa advertencia estaba muy paranoica creyendo que alguien más nos había escuchado y planeaba hacer algo en contra de nosotros.

— ¿Qué le digo a Ashton? ¿que me apuñalé por gusto? ¿O que vino un ratero y me apuñaló por salir a escondidas?

— Mierda, ¡cállate! — Gritó él tan alto que creí que los demás en el hotel nos habían escuchado y aunque quería seguir discutiendo, me callé y sequé mis lágrimas con rabia evitando su mirada, me sentía como una niña pequeña que estaba siendo lastimada. — Te lo contaré todo Estelle, pero por favor cierra la puta boca que no te soporto en este momento. — Eso último fue suficiente como para hacerme sentir peor y volví a taparme el rostro para continuar llorando, esta vez con más fuerza. Sentí que se alejaba en busca de gasas y cosas médicas, entonces me calmé, pero sólo un poco. Aún me dolían las palabras que había usado conmigo.

Tres vidas (Shifting)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora