Fotografía

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Desde que fui al encuentro con Jason en aquel rascacielos no volví a saber más de Bucky, tal y como lo había especificado en la carta que me entregaron en recepción.

A veces lo extrañaba, era inevitable pues su compañía era agradable, pero nada más que eso. 

Por otro lado, Jason sí cumplió con mis condiciones. Luego de un mes ambos regresamos oficialmente cuando él ya estaba más estable gracias a la terapia y nos mudamos del edificio en lo que remodelaban el caos que dejaron antes los dos idiotas.

Conseguí una casa con un jardín inmenso en un barrio privado en Los Ángeles puesto que la ciudad de Nueva York comenzaba a ser muy peligrosa, me recordaba a Latam, pero peor.

Estaba segura de que esa ciudad estaba a un loquito de centro más para ser Gótica 2.0.

Mientras nos mudábamos, tomé el bolso con el que fui al otro universo para lavarlo y... ¿qué creen que encontré?

— ¿Cómo es que la tienes? — Preguntó Jason mientras me envolvía en brazos.

— No lo sé, Roy debió colocarla. La encontré dentro de un libro tuyo.

— Recuerdo el libro. Menos mal que no tiré esa foto; es más, sacaré más copias.

— No veo la necesidad. — Comenté, no me gustaba cómo me veía.

— Cállate. Y recuérdame besar apasionadamente a Roy como agradecimiento. — Bromeó.

Sí, definitivamente Roy es la otra.

— Definitivamente lo voy a recordar.

La nueva casa estaba adaptada de modo que pudiera cumplir con las necesidades de ambos como habitaciones para entrenar, un laboratorio, salas de música, de grabación, armería, etc.

Saturno pasó a ser la hija de varios divorcios porque adoraba pasar tiempo con las amazonas en el Paraíso, con las del edificio y con la familia de Tony.
Morgan era la persona favorita de Saturno y todos lo sabíamos.

Tiempo después, la gata prefirió ver crecer a Morgan.
Muy de vez en cuando venía conmigo y no me quejaba, al final de cuentas Morgan la tenía más activa y no se aburría.

Insistí a Jason para regresar eventualmente a Gótica para ver a Roy (la otra) y hablar con Bruce.
Él jamás quiso decirme lo que había en la carta, pero cuando la leyó, fue tanta la emoción que sentía que se echó a llorar y me abrazó agradeciéndolo; tampoco quise ser chismosa y no me entrometí.

Gracias a la carta, la relación con Bruce volvía a la normalidad y nuevamente podían estar en la misma habitación sin discutir y el furro dejó de molestarme y ponerme rastreadores.
Me recordaban a la relación que tenían Bruce y Jason en el Webtoon de las Aventuras de la Batfamily; eso me hacía feliz.

En Gótica, Jason siempre le hacía burla a Roy y a Dick por el simple hecho de estar casados. Les decía viejos o cosas por el estilo. Fue así al menos hasta que se enteró que más de la mitad de sus amigos comenzaba a hacer su vida y él no quiso quedarse atrás.

Entonces hizo la pregunta un día en el que ambos estábamos pasando el rato en Los Ángeles.
Yo estaba haciendo un informe acerca de las amazonas exploradoras y en el cómo la idea estaba siendo un éxito buscando ahora, reclutar mujeres o niñas (en su preferencia) que no tenían un hogar.

Me causa gracia recordar la propuesta porque ese día Jason estaba jugando con Saturno pero ella se emocionó demás y se trepó a su cara para arañarla.

Se escuchó en toda la casa cómo gritó espantando a Saturno. Ella solía hacer eso conmigo y al ser yo, nunca sufría daño. Al parecer olvidó que Jason era humano; luego de gritar se puso de pie para quitarse el pelo de la gata.

Tres vidas (Shifting)Where stories live. Discover now