Red Hood

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— Qué mierda eres? — Repitió Red Hood tocando mi frente con su arma fría. Noté que usaba un modulador de voz que hacía que sonara más grave.

— Yo...

— Eres un meta humano?

— No lo sé. — Contesté con la voz temblorosa.

— Qué escondes y explícame, que carajos es esto? — En ese momento el justiciero sacó una pulsera de diamantes de uno de sus bolsillos. — Lo robaste? De dónde lo sacaste?

Estaba tan asustada por todo lo que estaba ocurriendo que me puse a llorar sin poder vocalizar bien. — No... no sé ni quien s- soy, cómo voy a saber lo que es esa cosa?

— Esta cosa estaba cuando apareciste de la nada. — Dijo empujándome con más fuerza con el arma. — Si no respondes ahora, haré que hables así me tome todo el día.

Comencé a alterarme y exploté. — Qué parte de no recuerdo ni quien soy no entiendes imbécil? trato de sobrevivir con un empleo de mierda sin mencionar que tuve que dormir en centros comunitarios hasta que le di lástima al oficial que tuvo que recibirme en su casa! Tú crees que estaría viviendo en la mierda por gusto?

El tipo solo hizo presión en mi frente.

— Ya quita esa cosa! — Respondí molesta.

— Esa cosa se quitará cuando yo lo decida.— Contestó él presionando aún más.

— Agh ya púdrete, quieres? Mátame de una vez o vete a la mierda.

— No me tientes. — Respondió él, muy molesto.

— O qué? Vas a matarme? Hazlo!

Red Hood se quedó callado sin decir nada. Con la mano quité el artefacto de mi frente y comencé a caminar apresuradamente para salir del callejón que olía a muerto. En ese momento sentí un fuerte impacto en la parte trasera de mi rodilla que provocó que cayera al suelo por el dolor.

— Hijo de... — Grité por el dolor.

— Ahora que sabes que hablo en serio, vas a responder mi maldita pregunta?

— Ahora menos voy a hablar, idiota. — Dije molesta poniéndome de pie. Lo que impactó en mi pierna resultó ser una bala de goma.

Cojeando comencé a caminar para salir de ahí, y Red Hood me tomó con fuerza del brazo para empujarme contra la pared con la misma fuerza.

Dolió, y mucho.

— Crees que esto es una especie de broma? Dónde crees que estás, idiota?— Amenazó.

— En Disneylandia para los degenerados? — Bromeé con rabia.

Empezamos a forcejear, yo solo quería irme de ahí y quise repetir con Red Hood lo que ocurrió con el grupo de hombres, por lo que lo empujé tan fuerte como pude arrastrándolo varios metros atrás. Él con algunos movimientos volvía a estar en pie y se acercaba a mi para noquearme o qué se yo, era muy rápido que apenas lo veía.

Comencé a correr y sentí como un puño venía en dirección a mi nuca que pude esquivar con éxito, pues el golpe terminó contra un poste de luz haciendo que éste se hundiera debido a la fuerza.

— Ja! Que estúpido! — Bromeé y comencé a reír. En eso corrí tan fuerte como pude pero sentí mis piernas inmovilizadas y eso provocó que cayera al suelo de cara golpeándome la nariz.

— La humillada aquí es otra. — Comentó él, burlonamente.

Por mi parte, volteé hacia mis piernas para deshacerme de ese cable que las envolvía, mi desesperación iba en aumento mientras notaba cómo se acercaba a paso ligero.
De un tirón logré deshacerme del agarre y comencé a correr. Sin embargo Red Hood me alcanzó y cuando lo noté, estaba él detrás de mí envolviéndome del cuello con un brazo con fuerza suficiente como para desmayarme.

Tres vidas (Shifting)Where stories live. Discover now