Tres vidas (Shifting)

New Era

Desde ese día me costó dominar mi nuevo don por unas cuantas semanas y estuve "viviendo" en la nueva torre de los vengadores para tratar de controlar con la mayor seguridad del mundo.
Los chicos por su parte, retornaron a Australia para dar sus respectivos conciertos los cuales durarían dos semanas; Eros estuvo presente en todos ellos y yo lamentablemente no pude presentarme aún cuando ya tenía dominada la visión de rayos X por los entrenamientos que surgieron con los vengadores. Típicos entrenamientos que aparecieron con el fin de mejorar la comunicación del equipo y para ejecutar algunas estrategias en el futuro.

Mientras aprendía a dominarlo, descubrí que Luca, el agente que estuvo presente como conductor en Japón trabajaba como ingeniero en la torre. Luego de la caída de Shield, muchos agentes fueron contratados por Stark para trabajar en las diferentes áreas que tenía la nueva torre. Cuando Tony estaba ocupado y no podía molestarlo, acudía a Luca, era muy buena persona y entendía mi humor al tener una hija de mi edad, le conté todo lo que ocurrió con Ashton y cómo solucionamos todo, también acerca de la visión y quise mostrarle, él escondía la mano y yo tenía que ver cuántos dedos escondía. Al hacerlo, vi que tenía un bulto anormal en un costado del torso y me asusté.
En cuanto le dije, Luca no le prestó importancia y siguió con lo suyo. Insistí en que se hiciera revisar y no quiso, hasta que le dije a Tony y éste lo obligó como si fuera su padre también. Y en efecto... estaba enfermo. Afortunadamente se detectó a tiempo y se retiró temporalmente para proceder con el tratamiento respectivo, Tony al ver lo mucho que me importaba todo esto, decidió cubrir con los gastos del señor Luca e informarme de su situación cada que pudiese.
Por cierto, nunca les describí cómo lucía ese señor... pues tenía complexión media, era alto, el pelo negro ligeramente ondulado y un bigote espeso.

Lucía básicamente como un papá promedio. quizás por eso era que le había agarrado tanto aprecio.

Durante esas cortas semanas que residí en la torre, me encontré con Steve bastante seguido entrenando cada que se aburría. A veces lo acompañaba, practicábamos combate cuerpo a cuerpo mientras conversábamos porque estaba tan acostumbrada a conversar que se me hacía raro mantenerme tanto tiempo callada.

— Estás diciendo que tengo fans en pleno 2015? — Preguntaba él mientras esquivaba una patada que lancé en su dirección. — Creí que todos ellos se quedaron en el '45.

— Ajá, y mi novio es uno de ellos, hasta tiene una camiseta con tu escudo en ella.
Si hablamos objetivamente, creo que está más enamorado de ti que de mi. — Respondí retrocediendo ante un golpe que me llegó en el estómago. La verdad no estaba concentrada en el entrenamiento, solo quería conversar con alguien ya que mis únicos amigos se encontraban al otro lado del mundo y estaba sola. — ¿Tuviste suerte con el sargento Barnes? — Pregunté distraídamente. 

— Aún no, sabe moverse por las ciudades, prácticamente es imposible localizarlo.

—  ¿Ni por medio de satélites?

—  No... Tampoco tenemos acceso. Si alguien más lo encuentra podría matarlo. No estoy listo para perder a otro amigo. —  Dijo más deprimido.

—  Lamento no habértelo dicho antes. —  Mentí.

—  Está bien, Ethan es como tu familia. Yo también habría hecho lo mismo.

Asentí y pregunté de pronto. — ¿Cómo era James en tu época?

Yo, la más disimulada.