Tiempo

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A los pocos días de recibir el mensaje de parte de Steve, ya nos encontrábamos de regreso en la Tierra.

Nuevamente esos dos (Nébula y Rocket) se atascaron en comida terrestre ni bien llegaron. Por otro lado, durante esos dos años mi pelo creció lo suficiente como para verse decente, pero no me detuve a cortarlo por lo que no tenía forma e igual se veía mal. Aún no me sentía capaz de hacerlo.

Al aterrizar conocí a Scott, quien me pareció adorable. Estaba comiendo lo que quedaba de sus tacos.

— Con esa navesota fueron al espacio? — Preguntó muy emocionado.

Traté de no reír porque no lo decía en broma. — Si, es mejor por dentro, te lo aseguro.

— Crees que haya alguna especie de aeropuerto espacial para vacacionar?

que

Asentí aunque en realidad no era así. — Todo puede ser posible.

— Oh disculpa, no me he presentado. Soy Scott.

— Estelle. — Respondí extendiendo mi mano.

— Mi hija Cass te admira muchísimo. — Mencionó con una sonrisa.

Sonreí apenada, ambos conversamos por unos minutos, también apareció Bruce y le entregó más tacos a Scott quien también me compartió a mi. 

(sabían mal pero me aguanté)

Estuve algunas horas conviviendo con los vengadores, ese día decidí invitar la comida para que pasáramos tiempo juntos.
No lo quería admitir, pero me sentía muy sola y la compañía de ellos me hacía feliz.

Luego de esa reunión, tuve que regresar por unas horas al reino de Deméter y al Paraíso para asegurarme de que todo estuviera perfectamente bien y así fue.
Quería ver a Mariamne pero fue imposible, resulta que varias Amazonas estaba nuevamente en el exterior explorando para recolectar información desde que me fui y mi mejor amiga era quien las lideraba.

A lo lejos vi a Hera con el grupo de hipogrifos bastante contenta mientras los admiraba. Al igual que a mi, se convirtieron en sus animales favoritos.

En eso apareció Eros en completo silencio a mis espaldas sacándome un gran susto. — Sabes? Para oír lo que ocurre en todo el mundo, es increíble que no me escuches llegar jamás.

— Cuánto tiempo llevas ahí?

— Muchísimo. El Capi se comunicó con nosotros en busca de ayuda. Fue sutilmente rechazado por Aella asegurando que respetará las órdenes de Pentesilea de estar lejos dle hombre aunque ella ya no esté.
Pero, yo si iré, necesitan a alguien que supervise todo desde el otro lado y para suerte suya, estoy disponible.

— Me parece bien, me alegra mucho que nos ayudes Eros. — Hice una pausa pensativa. —Sé que esto funcionará.

— Aún si no funciona, me gusta el mundo así.

Eros regresó a la base de los Vengadores en una nave del Paraíso. Y en cuanto a mi respecta, alcancé a Bruce y a Rocket en Nuevo Asgard para ver a Thor. Era el único al que no había visto desde que llegué y lo extrañaba mucho.

Cuando ya nos encontrábamos en las puertas de donde vivía Thor, dejé que Rocket la abriera y ni bien lo hizo, el olor a culo y a hombre sudado nos golpeó en la cara. Era horrible.

Thor comenzó a decir lo mismo que en la película cuando llamaron su nombre. Esa vaina de que los canales fallaban. Entonces llamé una vez más para llamar su atención.

— Thor?

Cuando volteó sabía muy bien lo que vería, sin embargo verlo en persona se sintió diferente, incluso dio miedo porque estaba tan acostumbrada a verlo mamado que esa panza me espantó.
Sin mencionar que se paseaba sin camiseta cuando entrenábamos juntos. 

Tres vidas (Shifting)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora