Adicto a Ti [Kaisoo]

Cuarto

                               
Congelado, en medio de la entrada al gran centro comercial mientras varias personas iban y venían, se encontraba un muy pálido Kyungsoo

                   
No sabía por qué, pero lo único que se repetía en su cabeza era "Escapa". Pero a diferencia de la noche anterior, sus piernas no respondieron en lo absoluto.

                   
Aquel tipo castaño, era casi de su estatura. Sus miradas se encontraban conectadas, una con horror y la otra parecía nula de emociones, algo que erizó, aún más, la piel de Kyungsoo.

                   
Ni siquiera un sonido podía hacer con su boca temblorosa.

                   
Estaba pasando por la peor situación que en su corta vida había podido experimentar.

                   
A menos de dos metros de distancia se encontraba un asesino con posibles intenciones de deshacerse de él. ¿Cómo debía reaccionar?

                   
Fácilmente podía gritar por ayuda, decenas de personas se encontraban alrededor. Hasta podía visualizar a un guardia de seguridad en la entrada de una tienda cercana. Algo que, con la poca lucidez que su mente le permitió en esos momentos, se cuestionó "¿Por qué se presentó así de la nada y mostrando su rostro sin temor alguno? Es un pésimo lugar como para hacerme algo."

                   
Pero todo tipo de pensamiento se esfumó al mismo tiempo en el que una masculina voz se hizo oír.

                   
-Hola, soo.- Era una voz ciertamente intimidante.

                   
"Estoy completamente acabado." Pensó el çastaño mientras sus ojos empezaban a cristalizarse soltando la bolsa de plástico con todo lo que había comprado minutos atrás. ¿Cómo sabía su apodo?

                   
-Este no es un buen lugar para hablar, acompáñame.- El tipo se acercó hasta agarrarlo del brazo, como si fueran amigos de toda la vida, después de haber recogido la bolsa del suelo para no levantar sospechas.

                   
Kyungsoo entró en un intenso shock que le impidió hacer más que dejarse hacer. Estaba cavando su propia tumba y no hacía nada para evitarlo.

                   
Fue ahí cuando empezó a llorar en silencio, con un hombre peligroso jalándolo sutilmente para que avanzaran hasta un parque que se encontraba frente a la gran zona comercial. Igualmente había adultos y niños, pero en menor cantidad.

                   
Fueron un total de cinco minutos donde ambos no soltaron palabra alguna, hasta que se ubicaron bajo un gran árbol, ocultándose de la vista de la mayoría de gente ahí presente.

                   
-Aquí está mejor.- Habló nuevamente el sujeto, volviendo a colocarse frente a Kyungsoo.

                   
-Po...por..por favor, no...no me hagas nada.- Kyungsoo a duras penas, y con lágrimas en los ojos suplicaba con un hilo de voz manteniendo su mirada baja. Suponía que implorar clemencia podía servir de algo.

                   
-Te ves muy patético.- Sonaba como si estuviera aburrido de la situación. -Pero descuida, no te haré nada. A menos que te lo ganes.-Eso último hizo que Kyungsoo diera un pequeño paso retrocediendo recuperando un poco el control de su paralizado cuerpo, aunque sabía que no era buena opción tratar de escapar en esos momentos.

                   
-Yo..yo...deja...déjame irme.- Seguía sin dirigirle la mirada, quería desaparecer de ahí de una vez por todas. La ansiedad iba creciendo de poco en poco, y más por todo lo que le decía el sujeto. Si iba a hacerle daño, que lo hiciera de una vez, antes de crearle falsas ilusiones.

                   
-Claro, pero sólo quiero pedirte un pequeño favor.- Aquello hizo que el pelinegro levantara solo un poco la mirada totalmente desconcertado, no se esperaba aquello en lo absoluto.

                   
-¿Fa...favor?-

                   
-Sí, toma.- Podía observar como el contrario, de la chaqueta azul marino que vestía sacaba un pequeño objeto al mismo tiempo en el que le tomaba su mano y se lo dejaba en ésta-Guárdalo y siempre mantenlo contigo. Yo te buscaré. Creo que está más que claro que no quiero que nadie sepa de esto.- Kyungsoo posando su mirada en la palma de su mano, descubrió que se trataba de un USB. -Ten, no querrás olvidar esto para tu viaje.- El tipo, seguidamente, le entregó la bolsa llena de cosas, que hasta ese momento seguía cargando, dándose media vuelta y yéndose sin más.

                   
¿Qué demonios acababa de pasar?

                   
El cerebro del pequeño estaba haciendo corto circuito en esos instantes, pero no evitó que soltase un gran suspiro aliviado. De lo único que tenía claro era que seguía con vida, y eso era mucho más de lo que esperaba hace menos de veinte minutos.

                   
Pero estaba totalmente claro que debía tener extremo cuidado con aquel sujeto, y su idea de ir con la policía quedó completamente en el olvido, ya que de una u otra forma aquel extraño tenía demasiada información sobre él, cosa que lo puso en extremo alerta y con una terrible tensión.

                   
Estaba metido hasta el cuello en algo serio, y no podía hacer nada para salirse del lugar donde para nada estaba contento de estar.

                   
Seguía en medio del parque sin hacer algún tipo de movimiento, sólo se encontraba parado observando detenidamente la pequeña memoria posada en su mano derecha.

                   
Quería gritar, llorar, escapar, cualquier cosa que lo hiciese despertar de aquel terrible sueño, pero lo único que hacía era observar ese estúpido aparato.

                   
-Tal vez si hago lo que me dijo, al final me deje en paz.- Concluyó guardando el USB en su pantalón empezando a avanzar de poco en poco, deseando llegar de una vez por todas a su casa y olvidarse de todo, algo claramente imposible.

                   
Estaba siendo cómplice y víctima de un asesino, al mismo tiempo.

                   
Las lágrimas que se habían secado hace escasos minutos volvieron a aparecer mientras Do Kyungsoo se dirigía hacia su hogar.

                   
Una simple coincidencia, estar en la hora y el lugar equivocado lo había expuesto ante una situación completamente peligrosa y fuera de su total conocimiento.