Cuadragésimo-septimo

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Se separaron levemente por la falta de aire. Sus cuerpos se mantuvieron unidos, los brazos del mercenario en la cintura del menor mientras éste tenía los suyos alrededor del cuello contrario. 

                   
Ambos no tenían ni idea de qué hacer o decir. 

                   
Sentían todo a flor de piel, algo que los sobrellevaba. 

                   
Se miraban a los ojos en un silencio ensordecedor. Simplemente contemplándose. 

                   
Sus rostros comenzando a acercarse completamente dispuestos a unir sus labios una vez más. 

                   
El íntimo y emocionante momento se esfumó en el segundo exacto en el que tocaron la puerta de la habitación. 

                   
Kyungsoo reaccionó. Se había sentido tan bien aquel beso, incluso especial. Pero ¿Qué debía de hacer después? ¿Debía lanzarse contra el mercenario y decirle todo lo que en ese momento sentía en su pecho? ¿Confesarle que no quería terminar lo que sea que tenía? ¿Gritarle que deseaba ser correspondido? Ilusiones que se planteaba en su cabeza, y que sin embargo no podían ser dichas al ser consciente de que aquello era demasiado. No quería dejarse ver tan vulnerable y esperanzado ante el mercenario, darle a entender que aún después de todo seguía estando tontamente enamorado de él. 

                   
Ya lo conocía lo suficiente, tanto que claramente había notado las acciones tan extrañas e impulsivas de JongIn. No quería que su mente lo traicionará al proyectarle fantasías sobre posibles sentimientos que el mercenario podría sentir por él. 

                   
No creía poder soportar otra reacción que le hiciera darse cuenta que el único que estaba entregando más que su cuerpo era él mismo. 

                   
-Debe ser Minho.- Rompió todo contacto al separarse del mayor. 

                   
Simplemente saldría por la puerta sin más. Se sentía tranquilo de cierta forma y quería quedarse con esa sensación antes de irse. Era como si aquel beso hubiese sido alguna clase de calmante. 

                   
Cualquier cosa que ocurriese después, en esos instantes, no le interesaba. Las palabras ya sobraban. 

                   
Se quedó quieto al escuchar los pasos de JongIn acercarse hacia él, creyendo que sería detenido. En su lugar el mercenario lo pasó de largo saliendo con rapidez de la habitación cerrando tras suyo, dejándolo dentro. 

                   
En medio del gran pasillo del lujoso hotel ambos mercenarios se encontraron. 

                   
-Vete.- Minho levantó la mirada viendo al mayor, quien tan sólo verle había pronunciado esa palabra como una orden. 

                   
-¿Qué demonios? Vine por Kyungsoo.- "¿Ahora qué pasa?" Pensó. Primero el mismo JongIn le había mandado mensaje para que fuera por el pelinegro, y ahora le decía que se fuera. 

                   
-Yo lo llevaré.- El mayor mantenía una posición defensiva, algo que notó Minho al instante. Era como si no quisiera que nadie le arrebatara al pelinegro. 

                   
Minho dio una mirada detrás del contrario, queriendo cerciorarse de algo. 

                   
-¿Kyungsoo, estás bien?- Habló en un volumen en el que claramente podría ser oído al otro lado de la puerta. 

Adicto a Ti [Kaisoo]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora