Quincuagésimo-tercero

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No estoy seguro de esto.- Ambos amigos se encontraban conversando sentados en la sala. Hablando sobre la manera en cómo Kyungsoo debía mostrarse frente al mercenario.

-Tranquilo, Soo. Sólo evita hacer contacto visual para que no te pongas nervioso.-
-Con la sola idea de sentir su presencia me pone nervioso.- Aceptó el pelinegro, comenzando a jugar con sus manos. El mero pensamiento de volver a estar en el mismo espacio que JongIn lo ponía algo ansioso y más si se le sumaba el cambio en el comportamiento del contrario.

-Ya lo hablamos, la primera fase es mostrar completo desinterés.-
-De acuerdo. Debo comportarme como si estuviera aburrido y fastidiado.-
-Exacto.- Taemin asintió con la cabeza.
-¿Y sí no viene hoy?- Mostró una expresión algo inquieta.
-Entonces hasta que se aparezca.-

                   
~

                   

La mañana pasó normalmente hasta que toques en la puerta pusieron alerta a las dos personas dentro del salón. Una mostrándose satisfecha ante el inicio de su plan, mientras que la otra estaba a punto de hiperventilar.

-No puedo hacerlo.- El pelinegro se llevó ambas manos al rostro.
-Sí puedes. Que vea que no eres más el chiquillo incrédulo que conoció.-
-Mejor...mejor ve tú y dile que no estoy.-
-Kyungsoo, cálmate. Lo haré si regresa otros días, pero hoy debes ser tú, para que quede en claro tu posición.- Levantó a su amigo del sofá para empujarlo más cerca de la puerta. Viendo por el monitor que realmente se trataba del mercenario.
-Está bien.-
-Vamos, como lo practicamos.- Antes de escabullirse en la cocina, Taemin le dio un leve masaje en los hombros queriéndolo alentar.

                   
"Entre más rápido, mejor." Fue lo último que pensó Kyungsoo, antes de abrir la puerta con su mano temblorosa.

                   
-¿No está tu molesto amigo?- Fue lo primero que recibió de la persona frente a él. En esa ocasión no traía nada consigo aparte de su persona.

Como siempre, se mostraba masculinamente imponente con su vestimenta de tonos oscuros. El mercenario realmente era alguien apuesto y eso distraía a Kanawut.
"Tú puedes, Kyungsoo." Se motivó mentalmente tomando una posición menos rígida.

                   
-No, ¿Qué necesitas?- No salió al pasillo, se quedó en el umbral de la puerta.
-¿Cómo?- El tono de sorpresa se dejó oír levemente en la voz del mercenario.
-¿Por qué viniste?- Taemin estaría llorando del orgullo ante el papel de desinterés que tenía en ese momento. Incluso módulo su voz para oírse irritada.

-No respondiste a la pregunta de ayer.-
-Oh, bueno...mi respuesta es no.- Lo miró directo a los ojos, mostrándose decidido. Aunque en su interior quería exclamar un 'Sí'.
-¿...No?- La expresión en el rostro del mercenario fue algo cómica.
-Oíste bien...bueno, si no hay otra cosa que quieras decir. Adiós.- Y le cerró con prisa la puerta en la cara.
Quería gritar, todo su cuerpo estaba temblando. Quedando su espalda pega en la puerta observó a través de la pantalla al mercenario irse lentamente. ¿Qué estará pasando por la cabeza de JongIn?

Kyungsoo hubiera preferido comportarse de una manera diferente, e incluso preguntarle un par de cosas a JongIn. Sólo esperaba no tener que actuar de esa forma por mucho tiempo.
-Lo hiciste perfecto.- Casi salta ante la repentina llegada de Taemin.
-Yo...gracias.- No quería mencionarle a su amigo lo extraño y raro que se sintió. Se fue despegando de la entrada acercándose al castaño.

                   
-Vamos vamos, no le des vueltas al asunto. ¿Y sí tenemos una salida de chicos?- Taemin dijo lo último animadamente. Así distraería un poco a su amigo. -No aceptaré un no, espera le digo a Minho que saldremos un rato.- Y se fue dejando a un dubitativo pelinegro en la sala.

Adicto a Ti [Kaisoo]Where stories live. Discover now