Quincuagésimo -octavo

214 80 0
                                    


Detestaba tener que hacerse cargo de ese tipo de cosas, pero ya estaba harto de ser perseguido por, quien consideraba JongIn, un imbécil con complejos de superioridad.

Ya había retrasado aquello lo más que a pudo, y si tenía que deshacerse de cada una de las ratas que le estorbaban, lo haría una por una hasta llegar a la rata reina y aplastarla.

Acabar uno por uno hasta que sólo quedara el rey del tablero.

En esos instantes se encontraba en el "Lust", un casino bastante popular en los barrios bajos de Siwon. Pero además de ser una casa de apuestas, se traficaba drogas y se prostituían decenas de mujeres.

¿Qué hacía ahí?

Buscaba al cabecilla de un grupo mafioso de rango medio.

El lugar estaba entre penumbras, iluminado únicamente por luces tenues y neones. En la sala más grande se encontraban, en su mayoría hombres apostando en grandes mesas mientras traían a su lado a una mujer de compañía.

Pasando de largo se dirigió a una habitación en específico.

En la entrada había cuatro hombres custodiando la entrada. Dos frente a la puerta y dos en los extremos. Era la habitación que buscaba.

Iba a pedir hablar con el jefe, pero en ese instante un hombre con traje salió.

Sabía perfectamente de quien se trataba, era la mano derecha de su objetivo.

-Vaya. Que agradable sorpresa.- Estaba claro que el contrario también sabía de su existencia.

-Quiero hablar con Tae.- Habló relajadamente.

-¿Por qué no pasas primero?- El hombre de traje les hizo una señal a los hombres para dejarle vía libre a JongIn, quien entró al espacioso lugar lleno de hombres, quienes obviamente eran subordinados y lo miraban con superioridad.

Recorrió el panorama contando doce cabezas, pero sin hallar la que buscaba.

Terminó cerca de una mesa con una cantidad ridícula de billetes.

-Espera.- El de traje llegó hasta una pared con una pequeña bocina, apretando un botón comenzó a hablar -Jefe, tenemos una interesante visita.-

No pasaron más de cinco minutos cuando un señor canoso apareció por otra puerta.

-¿Eres Kai? Ubon me dará mucho por llevarte con él.- Aquel último nombre quiso hacerle rodar lo ojos.

-Esa es una pésima idea.- JongIn sonrió falsamente.

-No entiendo porque dicen que se debe tener cuidado contigo, debes estar imbécil si decidiste entrar a mi territorio por tu propia cuenta.-El señor llevó el puro que tenía en su mano hasta su boca para dar una larga calada.- Da igual, se los dejo a mis muchachos, tengo cosas más importantes que un simple mercenario.-

-No estoy aquí para esta mierda. Tienes una oportunidad para decirme el nombre de los grupos que se unieron y después alejarte de Black Lotus.- Se encontraba hastiado de la situación y ni siquiera llevaba veinte minutos en el lugar.

El hombre soltó una ronca carcajada antes de responder.

-Tienes una oportunidad de cerrar la boca si no quieres cada uno de tus jodidos huesos rotos.- Sin más salió por donde había entrado, seguido de un par de hombres y su mano derecha.

-Mala elección.- Susurró para si mismo viendo a los contrarios levantarse, con claras intenciones de retenerlo.

Quiso hacerla por las buena.

Dando un suspiro se preparó.

Con brusca rapidez alzó la mesa frente suyo dándole unos milisegundos de ventaja y protección contra las personas frente suyo. Sacando dos armas semiautomáticas de su pantalón giró sobre sí disparando con precisión al par de hombres que sorprendió detrás suyo.

Adicto a Ti [Kaisoo]Where stories live. Discover now