Trigésimo - septimo

276 94 5
                                    


-Buenos días.- Kyungsoo llegó hasta la sala.

-¡Kyungsoo! Buenos días ¿Cómo amaneciste?- Taemin desde el sofá lo recibió energéticamente, se encontraba viendo la televisión antes de que llegara el pelinegro.

-Bastante tranquilo, aunque batallé un poco en ponerme los lentes de contacto.- Tardó alrededor de veinte minutos en colocárselos, sin duda era mucho más sencillo quitárlos que ponerlos.

-Es cuestión de días para que te acostumbres.- El castaño no le dio tanta importancia.

-No me molesta usar len..- Quería alegar que con los lentes estaba bastante bien pero antes de terminar fue interrumpido.

-Ya hablamos de esto ayer. Tus ojos no deben ser opacados por un par de vidrios.- Y era verdad, Taemin consideraba los ojos de Kyungsoo como uno de sus atractivos principales.

-No es como si alguien notara la diferencia.- Se acercó hasta el contrario para tomar asiento en el sofá disponible.

-Créeme que alguien sí lo notó.- Una completa referencia hacia JongIn.

-¿Huh?-

-Nada nada.- No iba a decir más hasta que se acordó de algo.-Es cierto, Minho y Kai se fueron desde temprano. Mi bebé dijo que no regresaran hasta dentro de unos tres días, más o menos.- Aquello ya era algo de lo cual ambos estaban acostumbrados. Los mercenarios podían estar un día y al siguiente no se aparecerán durante dos semanas, dejes de aquel oficio tan poco ordinario.

-Oh, bueno...-

-No te pongas triste.-

-No estoy triste.- Y no lo estaba, o eso quería pensar. Pero la idea de no ver al mercenario por varios días siempre le causaba algo de conflicto.

-A mí no me puedes engañar. De hecho...- Taemin dudó un poco en continuar.-...ayer Kai quiso entrar a tu habitación.-

-¿En...en serio?- De algún modo se estremeció ante lo último dicho su amigo.

-Claro, obvio fingió que no y como yo estaba presente al final no pudo llegar hasta ti.-

-Oh...¿Gracias?- Kyungsoo no sabía que decir, inclusive le daba demasiada vergüenza admitir que la noche anterior había esperado despierto más tiempo de lo usual por si al mercenario se le ocurría escabullirse en su habitación. Como si fuera una jovencita en espera de su rebelde novio.

-¿Te hubiera gustado que él te visitara anoche? Sabes que no te juzgaré ni mucho menos.- Kyungsoo miró a su amigo. ¿A caso le leía la mente?

-Bueno...Sí.- Taemin ya se había vuelto su confidente.

-Lo supuse. Kyungsoo, si quieres seguir con eso debes saber que Kai puedo que sólo quiera tu cuerpo, está en ti detenerlo o dejar que continúe.-

-Lo...lo sé.- Kyungsoo cada vez era más consiente de ello, cosa que solía ponerlo algo apesadumbrado.

-Pero te puedo decir que al menos no dejes que ese imbécil haga lo que le plazca contigo en la cama, tú igual dile lo que quieres y si no acepta entonces ni siquiera merece la pena que sigan teniendo encuentros.- Lo había reflexionado un poco y era inevitable poder controlar la relación de su amigo con el mercenario, sabía que en algún momento volverían a intimar, sin embargo podía empezar a enseñarle a Kyungsoo que él igual tenía derecho a pedir y no sólo a callar y obedecer.

Aquello le estaba siendo de ayuda a Kyungsoo, comenzando a comprender que no estaba mal querer exponer sus propios deseos ante JongIn y no simplemente obedecer a todo lo que imponía éste.

Adicto a Ti [Kaisoo]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon