Adicto a Ti [Kaisoo]

Decimo- quinto

Aquella pregunta lo tomó por completa sorpresa, y el ritmo acelerado de su corazón lo mantenía casi hipnotizado.

-Yo...yo no entiendo.-Dijo después de dos minutos estando en silencio, contemplando al contrario quien sólo hizo una leve mueca.

El mayor se levantó dirigiéndose, sin decir ni una palabra, a la salida del establecimiento. Do, por supuesto, lo siguió.

Subiendo ambos al auto, reanudaron el camino.

-Te explicaré algunas cosas.-Empezó a decir JongIn manejando con la vista al frente. -La primera y más importante es que ya no estás seguro, podrías ser asesinado en cualquier momento.- Era algo que Kyungsoo ya sabía pero eso no evitó que se estremeciese al escucharlo. El contrario no se inmutó y siguió hablando.-A lo que lleva a la segunda cosa. Siempre estarás en constante peligro, no podrás fiarte de nadie.-Hasta ese punto el menor ya estaba lo suficientemente consciente de ello, así que asintió en señal de entendimiento.-Y por último...Posiblemente en algún momento deberás asesinar a alguien.-

-¿Ase...asesinar?-Preguntó horrorizado Kyungsoo, retrocediendo levemente su cuerpo dentro del vehículo.

-A menos que quieras que ellos lo hagan primero.-

-¿Qu...qué es esto? Yo no quiero eso.-La realidad lo golpeó como un bloque de concreto, aquello no eran unas vacaciones, su vida estaba en riesgo. Sin su consentimiento una pequeña lagrima recorrió sus mejillas.

-Mercenario.-Aquello hizo que el menor lo mirara algo desconcertado ¿A qué venía aquello?

-¿Mer..-

-Soy un mercenario. Ya te lo había dicho, me pagan para asesinar gente.-

-Pero yo...no quiero asesinar a nadie.-

-Es una posibilidad que sólo va incrementando con cada día que pasas conmigo. Por eso te estoy dando la oportunidad de aprender, al menos a usar un arma.-

-Yo....yo..no sé.-

-No tienes opción. Ya estás hasta el cuello en este mundo, y no dudarán en aplastarte al estar relacionado conmigo. Tengo una larga lista de personas que me quieren muerto a como dé lugar.- Finalizó mientras tomaban la autopista.

-¿Quiénes son los que nos persiguen?- Kyungsoo lo veía a través de sus gafas, aquel perfil que ya estaba grabado en su mente.

-El cabecilla de una poderosa mafia.-

-¿Por qué?-

-Me pagaron para asesinar a su hijo, y lo hice.-

-¿Hijo?- La mente de Kyungsoo sólo pudo visualizar a un infante.

-El hijo que traficaba y vendía mujeres al extranjero.-

-Oh....- el castañ9 al procesar la información recordó lo que JongIn le había dicho sobre que nunca dañaría a alguien inocente. Asintiendo levemente continuó hablando.- Entonces...¿Podré regresar algún día con mi familia?- No quería escuchar la respuesta a su pregunta, pero era algo que debía saber con toda esa nueva información que se le estaba presentando.

-Hasta que acabé con ese bastardo y sus perros.-

Simplemente no había opción, ya no tenía salida. Era matar o morir, frase que explicaba perfectamente su situación por más retorica que pareciera. Rendido y con una sobrecarga de emociones y contradicciones, Kyungsoo decidió guardar silencio en lo que restaba del viaje. Aceptando, nuevamente su realidad decidió cerrar sus ojos y dejarse llevar por el cansancio mental.