Vigésimo

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-¿Minho?- ¿Enserio iba a ir de compras con JongIn?¿Cómo personas normales?


-Sí. Le dije y aceptó, creo que igual necesita conseguir algo.- Comentó Minho.


-Oh, entonces está bien...¿Qué debo comprar?- Kyungsoo rápidamente se empezó a poner nervioso. No quería estar cerca del castaño a menos que fuera para su "adiestramiento" como diría éste.


Ya era de tarde, y no faltaba mucho para que el sol se ocultara por completo. Taemin le había dicho que sólo tenía que esperar a que JongIn terminara de hacer lo que sea que le estuviera haciendo a su auto, pues desde ya unas horas atrás el mayor se encontraba en el garaje.


Esperó pacientemente en la sala, mientras leía un libro que encontró un par de días atrás en una de las innumerables cajas que ocupaban parte de la habitación donde dormía.


La pareja solamente le había un pequeño papel con la lista de los alimentos y utensilios que debía de comprar y el dinero para pagar. Después se despidieron para desaparecer en el segundo piso.


Al principio el nerviosismo de Kyungsoo había estado presente ante la noticia de tener que pasar, lo que dedujo él, unas largas horas con el contrario, pero al momento de ponerse cómodo y comenzar a leer se fue concentrando tanto hasta perderse entre las hojas de aquel viejo e interesante libro.


-Vamos.- La masculina voz lo sacó de su mundo literario provocando que diera un pequeño brinco de sorpresa, a su lado estaba JongIn mirándolo impasible.


Y fue entonces que empezó a ponerse nuevamente nervioso, suspirando aceptó su realidad y se levantó del sofá dejando el libro en la mesita cafetera para seguir el camino que el contrarió dejaba dirigiéndose al elegante auto negro. Kyungsoo desde que llegó con Taemin ya no había vuelto a subirse en el vehículo, y ahora que lo veía sin prisas ni apuros, era un auto imponente, tal como su dueño.


Como Kyungsoo lo dedujo, todo el viaje fue silencioso, y un poco incómodo para él. Sabía de sobra que empezar una conversación no era opción, así que contempló el atardecer apoyado en la ventana.


Pasaron varios minutos hasta que pudo visualizar a la lejanía las luces de una ciudad, cinco minutos después ya estaban dentro de ésta, dirigiéndose hacia un gran supermercado que sobresalía de los demás establecimientos. Estacionándose no tan lejos de la entrada del lugar, bajaron y caminaron hacia ésta a la par.


Todo era tan raro para Kyungsoo. Estar ahí en el supermercado, con la persona más hostil y misteriosa que había conocido en su corta vida a su lado para comprar la despensa como cualquier persona normal era algo surreal. Aunque sabía que no podían estar cien por ciento seguros en ninguna parte al estar siempre al acecho de los enemigos de JongIn. Eso último hizo que se le erizara un poco la piel mientras se tensaba para observar a las personas a su alrededor con algo de paranoia. Sin embargo, estando con el contrario sentía cierta seguridad, ya que sin dudas sabría cómo actuar en caso de algún ataque. Como aquella vez en la que se volvieron a encontrar.


Intentando dejar esos pensamientos de lado y sin saber realmente que decir, simplemente agarró una canasta para empezar a agarrar cada cosa que le fue escrita en el pequeño post-it.


-Iré a ver otro asunto. Nos vemos justo aquí en una hora.- Sin más el mayor se retiró, dejándolo solo.


Kyungsoo suponía que eso sucedería. Dando un suspiro, empezó a avanzar entre los grandes pasillos del lugar, viendo con curiosidad cada cosa que le era desconocida, y agarrando lo que la lista ponía. No había mucha gente por lo cual no se preocupó tanto por ser reconocido por alguna persona indeseada. Ya que dudaba que los asesinos, mercenarios o lo que sea tuvieran su día de compras como una ama de casa. Bufando por ese último pensamiento fue vagando por cada estante junto con su canasta que poco a poco se fue llenando.

Adicto a Ti [Kaisoo]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن