Sexagésimo -primero

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Kyungsoo no supo más de sí durante todo lo que restaba de la noche.

                   
Se sentía tan cómodo y protegido entre aquella mullida cama y las ligeras sábanas cubriendo su desnudo cuerpo que deseaba seguir durmiendo un par de horas más, pero inevitablemente comenzó a despertar debido a los rayos solares que entraban por los grandes ventanales.

                   
Abrió sus ojos de poco en poco, al mismo tiempo en el que los recuerdos de la noche pasada llegaron a él como una avalancha de plumas y algodón, haciéndole sentir una sensación casi irreal.

                   
Sin embargo, aquello era bastante real.

                   
Movimientos a un lado suyo lo hicieron voltear la cabeza, sintiendo como un fuerte brazo apresaba su cintura para acercarlo al cuerpo contrario. La calidez del mercenario lo embargó cuando ambos cuerpos sin prenda alguna volvieron a juntarse.

                   
-Bu...buenos días.- Habló en voz baja sintiendo su voz levemente ronca, y un rubor casi imperceptible en su rostro. Aun cuando había hecho más que hablar con JongIn  la noche anterior, nunca podía evitar sentirse nerviosamente feliz al ver una vez más al contrario y saber que todo lo reciente en su relación realmente había pasado.

                   
JobgIn no respondió, en su lugar acercó su rostro hasta el cuello y hombro expuesto del pelinegro, para comenzar a repartir besos que rosaban lo cariñoso. Besos que sólo provocaron que se derritiese el receptor de éstos.

                   
El cuerpo entero del menor tembló con anticipación justo en el momento que el mercenario habló con voz rasposa, y por consiguiente más masculina y sensual.

                   
-Déjame hacerte el amor.- Dejó un besó justo donde quedaba la manzana de Adán de Kanawut.

                   
Kyungsoo no pudo evitar soltar un ligero quejido, sintiendo el calor comenzar a envolver todo su cuerpo.

                   
-Sí...por favor.- Casi rogó, siendo él mismo quien unió ambas bocas en un beso lento, pero bastante húmedo. Uno frente al otro, recostados en la cama.

                   
Las manos del mercenario vagaron por la espalda de Kyungsoo hasta llegar a sus glúteos donde comenzó a apretar quedamente, mientras que las del pelinegro se encontraban tomando la nuca del mayor con suavidad.

                   
Todo en un ambiente pasional sin llegar a lo desesperado. Se estaban tomando su tiempo, disfrutando el momento.

                   
Después de una larga sesión de besos y caricias, JongIn lo giró lentamente. Quedando su pecho pegado a la espalda del menor. Volviendo a espolvorear un recorrido de labios en la nuca y omoplatos de Kyungsoo

                   
-Te voy a preparar.- Susurró desde atrás.

                   
-No...sólo entra.- Kyungsoo necesitaba volver a tener al mercenario en su interior.

                   
Acatando lo dicho por el pelinegro, JongIn se preparó para entrar.

                   
Debido a la noche anterior, la penetración no fue complicada siendo acompañada por un gemido.

                   
-Ahg...JongIn~

                   
Las pausadas embestidas se hicieron presentes. Las afables caricias y dóciles besos por parte del mercenario no se hicieron esperar.

Adicto a Ti [Kaisoo]Where stories live. Discover now