Vigesimo- septimo

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Sentía su cabeza pesada, sumido en un profundo panorama completamente negro.

¿Qué estaba pasando?

Oía un sonido constante a su lado, como si se tratase de alguna clase de máquina.

Olía a desinfectante, conocía muy bien ese aroma.

Aun con los ojos cerrados, sabía que se encontraba en un hospital.

¿Hospital?

Los recuerdos comenzaron a llegar a su mente.

Los emboscaron.

Lo hirieron.

¿Luego qué pasó?

Kyungsoo lo había...

¡Kyungsoo!

Abriendo lo ojos de golpe, un intenso brillo lo cegó con unos momentos, sin duda se encontraba en la habitación de un hospital.

Podía sentir el incomodo colchón y el pulsante dolor en su costado derecho. Agachó su mirada contemplando su cuerpo únicamente cubierto por una bata para paciente, supuso que bajo ésta se encontraba vendado en la parte donde se encontraba su herida.

Un pequeño jadeo le hizo girar su cabeza. Ahí estaba.

Kyungsoo mirándolo un tanto sorprendido por el abrupto despertar. De forma rápida analizó al menor encontrándolo sin un rasguño, aquello lo alivió levemente.

Pero ahora no era tiempo de detenerse a contemplarlo, la situación se le había salido de las manos.

-¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?- JongIn sabía que debían largarse de ahí lo más pronto posible.

-Huh...hace poco más de dos horas te traje, te atendieron de emergencia.- Por otro lado Kyungsoo había estado velando por el mercenario después de haber huido de aquella casa.

Tan pronto como había visto al contrario desmayarse, decidió en buscar un hospital lo más pronto posible. Condujo por alrededor de diez minutos a una velocidad alarmante, le agradeció a Buda que no fueron seguidos durante todo el camino y tampoco al llegar al hospital, pues sabía que si eso pasaba estarían completamente acabados.

Sentía una imperiosa necesidad de que ayudasen lo antes posible a JongIn, era consciente de que le quedaba muy poco tiempo antes de que la pérdida de sangre lo matase.

Al llegar al hospital, se inventó una rápida historia para evitar preguntas innecesarias. Igualmente había dejado dentro del auto tanto las armas como todo objeto que trajera consigo JongIn. Diciendo al momento de entrar a la sala de urgencia que se había encontrado al mayor tirado en un callejón y que no lo conocía de nada, pero que quería velar por él. Sin más los médicos y enfermeras realizaron su trabajo rápidamente, concluyendo al dejar a un sedado JongIn en una habitación advirtiendo que en cuanto despertarse debería ser interrogado por la policía, pues una herida de bala era un asunto serio.

-Estoy seguro de que están a nada de encontrarnos. Conociéndome ellos sabían que mi última opción sería un hospital, eso nos está dando tiempo.- El mayor se comenzó a levantar de a poco, su herida realmente dolía, pero no era momento de descansar. Peores cosas le han pasado, aquello era como un simple rapón. Aunque debía admitir que sin la ayuda del pelinegro ahora mismo estaría siendo comida para perros.

-Es...espera el doctor dijo que...-

-Hay que irnos, seguramente la policía igual está aquí ¿No?-

-Sí.-

-Necesito ropa.- El mayor comenzó a ver alrededor de la habitación en busca de alguna muda de ropa siendo interrumpido por Kyungsoo.

-Yo...en esa mochila hay ropa, espero alguna te quede.- Era la mochila con la ropa de Kyungsoo.

-Me sirve.- Desconectando el cable de electrocardiograma de su brazo, se levantó por completo de la camilla. Aun se sentía un tanto mareado, así que con algo de dificuldad comenzó a cambiarse sin pudor alguno delante del menor.

Kyungsoo rápidamente se volteó antes de que JongIn se quitase por completo aquella vata y quedar completamente desnudo. El menor sintió sus mejillas ponerse algo calientes.

-Vamos, antes de que llegue una enfermera o algo.- La ropa que escogió le quedaba bien, aunque un poco ajustada.

Kyungsoo  asintió agarrando la mochila antes de salir después de JongIn quien se encontraba alerta porque era muy probable que ya lo estuviesen buscando en un lugar como ese.

Se encontraban en la tercera planta del hospital, era el área de habitaciones para los pacientes, así que no había mucha gente a los alrededores.

Al voltear en una esquina vieron a un par de oficiales conversando a lado de un expendio de café. Justo frente al elevador.

-¿Ellos me vieron?- El mercenario preguntó en voz baja.

-Sí, hace como treinta minutos entraron y te vieron. Dijeron que les avisara cuando despertaras.- Habló bajó Kyungsoo detrás del mayor, ambos en la orilla de la esquina, ocultándose.

-Hay que bajar por las escaleras para evitar perder el tiempo.-

Regresando por donde vinieron, llegaron hasta una salida de emergencia encontrando las escaleras para poder bajar. Sin mucho problema pudieron escabullirse y llegar hasta el primer piso.

Deteniéndose al ver varios oficiales correr hasta el elevador.

-Ya avisaron que no estas.- Susurró el pelinegro, recibiendo un asentimiento como respuesta.

-Hay que largarnos antes de que bloqueen la salida.-

Ambos evitando a toda costa a los oficiales, se deslizaron hasta llegar a la salida. Pero a su vez, a unos pocos metros, unos hombres estaban avanzando con paso decidido hacia el hospital, quienes todavía no los habían identificado.

Era obvio que los estaban buscando, más específicamente al mercenario.

-Mierda.- Maldijo JongIn antes de pensar rápidamente en un plan, no podían retroceder porque seguían los oficiales en la planta baja y frente a ellos estaban a punto de llegar los contrarios.

Había un par de civiles a su alrededor y algunas plantas altas que los cubrían levemente, podrían ser de ayuda.

Agarrando a Kyungsoo de los hombros, lo acercó hasta él y estampó sus labios comenzando un beso para nada romántico, bajando sus manos hasta la cintura del pelinegro para evitar que se apartase.

Quienes querían a JongIn seguían sin tener en el radar a Kyungsoo. Era una ventaja.

A simple vista parecía una pareja normal dándose cariño. Los hombres pasaron a su lado sin inmutarse de ellos.

Kyungsoo se encontraba inmóvil con sus manos posadas en el pecho del mayor. Le había parecido como si el tiempo se hubiese detenido por esos escasos segundos desde que inició el contacto de sus labios hasta que se separaron. Nunca en su corta vida se había esperado aquello, aunque pronto se dio cuenta que era una treta para evitar ser reconocidos.

-Bien, vamos.- Una vez ver el panorama despejado JongIn liberó a Kyungsoo. El menor iba saliendo de su ensoñación.

"Ese fue mi primer beso." Pensó Kyungsoo antes de comenzar a preocuparse por su situación actual.

Debían huir otra vez.

Luego pensaría en la por qué no le había desagradado en lo absoluto aquel beso y la firme sensación de las masculinas manos en su cintura.

Adicto a Ti [Kaisoo]Where stories live. Discover now