Decimo-noveno

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El sol se encontraba en su máximo esplendor iluminando un nuevo y caluroso día, el sonido de aves cantando se podía escuchar con claridad. Eso fue lo primero que oyó Kyungsoo cuando perezosamente entreabrió sus ojos mientras sentía un par de leves punzadas en la cabeza.


-¿Uh?-Fue lo único que salió de sus, algo, resecos labios. Al tomar asiento en la cama llegaron con rapidez los acontecimientos del día anterior.


"¿Cómo llegué hasta aquí?" Se preguntó algo alterado viendo la iluminada habitación, y dándose cuenta que se encontraba solo.


Los sucesos de ayer lo habían dejado agotado tanto emocional como físicamente que no tenía ni una mínima idea de cómo rayos terminó durmiendo junto a aquel que lo había tratado tan mal.


Con los ojos algo hinchados y con cansancio se levantó dispuesto a empezar el día tratando de no recordar la noche anterior.


"Sólo olvídalo, no vale la pena seguir pensando en eso. Céntrate en aprender lo que sea que él quiera y ya." Obviamente seguía un tanto afligido.


Ya completamente desperezado, llegó hasta la cocina siendo recibido por la pareja que comía hotcakes mientras mantenían una plática.


-Buenos días.-Les dio una leve sonrisa a ambos.


-Buenos días, Kyungsoo. Danos las gracias por haberte llevado a la cama cual bebé ayer. Si no fuera por nosotros estarías resfriado y con un insoportable dolor de espalda.-Comentó Taemin con un trozo de panqueque en su boca.-Como sea, ya vente a comer, por allá hay algunos hotcakes, siguen calientes.-Terminó de hablar al mismo tiempo que tragaba la comida.


"Entonces fueron ellos." Pensó yendo a por su desayuno, algo avergonzado por aquella revelación de que tuvieron que cargarlo para llevarlo hasta arriba como niño chiquito.


Ya terminando los tres su desayuno y después de conocerse un poco más entre ellos. Kyungsoo descubrió que Bright era muy amigable, un poco serio, pero amigable.


El castaño, sin embargo, en todo momento tenía a JongIn en su mente. Era algo que poco a poco ya no trataba de evitar pues sabía que su tonto cerebro no se lo permitiría. Y más cuando no lo había visto desde que despertó.


Estuvo a punto de preguntar por el paradero de JongIn al recordar no haberlo visto desde que despertó, pero rápidamente se regañó a sí mismo. "¿Por qué te importa dónde esté?" Ni siquiera entendía, pero estaba un tanto ansioso, cosa que no tenía lógica. Le había dejado muy en claro que ni siquiera le tenía una mínima de simpatía.


Suspirando rendido, se disculpó con los contrarios y salió para tomar aire fresco. Necesitaba despejar su mente.


Sentándose en un pequeño banco de madera en la parte delantera de la casa, se dispuso a contemplar el natural paisaje que lo rodeaba. No había más que árboles y arbustos a varios metros de donde se ubicaban aquellas dos construcciones.


Era un buen lugar para vivir tranquilamente, sin el bullicio de la ciudad ni su contaminación.


Kyungsoo ya estaba más relajado, casi soñoliento por el leve ruido de las ramas de los árboles meciéndose y la suave brisa que acariciaba su rostro.


Estaba tan en calma que no sintió la presencia detrás suya.


De un momento a otro una mano sostuvo con fuerza su boca impidiéndole emitir sonido alguno y haciendo que se pusiera de pie mientras pataleaba desesperadamente.

Adicto a Ti [Kaisoo]Where stories live. Discover now