Vigesimo-octavo

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Llegaron al estacionamiento del lugar, el cual estaba algo lleno, sólo podían ver como más oficiales corrían dirigiéndose al establecimiento. JongIn esperaba a que aquello no se convirtiese en un problema, al ahora tener a la policía tras ellos. Más problemas innecesarios.

                   
-¿Dónde dejaste el auto?-

                   
-En un extremo.- Fueron avanzando varios metros entre líneas de vehículos, hasta poder visualizar en una cajón el flamante automóvil negro.

                   
-Vamos rápido, es cuestión de minutos de que nos descubran.- Llegaron hasta la carrocería con éxito. Estaban teniendo mucha suerte y eso JongIn lo sabía muy bien. Como fuera, no desaprovecharía aquella oportunidad.

                   
-¿Manejo?- Preguntó Kyungsoo, viendo al contrario entrar en el asiento de copiloto sin responder.

                   
"Eso es un sí." Pensó el pelinegro, arrancando para salir del estacionamiento.

                   
-Conduce hacia el sur, yo te digo cuando parar.- JongIn habló con un tono de orden, mientras soltaba un leve quejido. Su herida se encontraba bien, pero la anestesia iba perdiendo efecto en el área.

                   
La mente del mercenario se encontraba trabajando a mil por hora, ahora sabiendo que se encontraba herido lo buscarían por mar y tierra por ser un blanco más fácil, pero en su condición actual debía tomarse un momento para poder sanar. Su plan seguía desarrollándose lento pero contante, aunque no estuvo en sus planes que ocurriese aquello. Por el momento sólo debía desaparecer nuevamente del mapa, al menos, por una semana.

                   
Dando un leve vistazo al conductor comenzó a analizarlo, podría serle de ayuda, sin embargo, estaba consciente que era muy peligroso. Al menos por el momento podría serle de utilidad. Era una realidad que sentía cierto sentimiento de agradecimiento hacia el menor por haberle salvado el pellejo y aquello le hacía sentir algo extraño, sensaciones que era mejor suprimir.

                   
-¿Cómo hiciste para que pudiéramos escapar?- Al no haber estado muy consciente después de recibir el disparo, no sabía muy bien como se había desarrollado la situación. Y estaba claro que no se quedaría con la duda.

                   
-Yo...prendí el gas de la estufa y le disparé provocando una explosión.- Kyungsoo no se esperaba alguna reacción, pero una corta risa lo desubicó. JongIn  se estaba riendo.

                   
-¿En serio ese plan de película de acción barata funcionó?- Preguntó un tanto burlón, nunca creyó que eso fuese lo que realmente pasó.

                   
-Tal parece que sí.- Nunca había oído aquel sonido salir de la boca de JongIn. Se sintió bien escucharlo.

                   
Kyungsoo manejó por casi dos horas sin detenerse en ningún lugar, esperando la señal del contrario.

                   
Durante todo el recorrido se mantuvieron en total silencio, y fue el tiempo suficiente para que Kyungsoo reflexionase lo ocurrido. "¿Por qué sigo teniendo esa sensación?" Se preguntaba mentalmente, pues desde lo ocurrido con aquel beso sintió como un par de neuronas se le quemaron. "Deja de darle tantas vueltas a un simple beso, seguro que a JongIn ya se le olvidó, sólo lo hizo para distracción." Le dio una rápida mirada al culpable de sus peleas mentales, éste se encontraba viendo por la ventana, metido en su propio mundo. "Pero ¿Por qué no me desagradó?" Lloró internamente, tenía una ligera sospecha de lo que le estaba ocurriendo, pero estaba reacio a aceptarlo, debía ser otra cosa.

Adicto a Ti [Kaisoo]Where stories live. Discover now