Capítulo II - Valeria

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Me encuentro en la discoteca Varsety junto a Sara, para distraernos un
poco de la rutina que noS espera a partir de mañana. Desde que cumplí los 18, supe que me convertiría en sovetnik para poner en jucgo mi Papel, pero no sabia que me convertir ía en la heredera de este imperio
tan pronto. Papá dejó el trabajo luego de que el viejo Pakhan se retirara; su hijo es muy joven para el mando, como he escuchado a muchos decir. No lo conozco aún. Es orgulloso, egocéntrico, cruel y jodidamente guapo, al igual que los antiguos jefes de la mafia. Todos jodidamente han asumido el cargo a esa edad. Yo no me quejo porque también soy extremadamente joven. El chico me trae mi bebida, la bebo y luego me levanto para ir al baño.

Si hubiera sabido que Sara me iba a abandonar por un hombre, me
hubiera quedado en casa leyendo un buen libro de esos enemies to
lovers. Pura adrenalina, sexo y amor, mi segunda pasión.

Al pasar por una sala VIP, escucho a un ruso hablar y maldecir. En
el momento en que veo que toma una silla y la estrella junto con Su
celular, quedando al frente mio.

Joder!Fue esculpido por los mismos dioses: cabello marrón, ojos grises, alto, quizás 1.90, grandes brazos, fuertes y Ilenos de tatuajes. Lo sé porque se le notan en el cuello y los brazos hasta donde tapa su camısa
Se me queda mirando y juro que en ese momento hubo una pequeña conexión. En eso entra un rubio alto de ojos azules, me mira y luego lo voltea a mirar y le dice:

—¿Qué carajo te pasó ahora, Gavrel? iVas a ojear a la hija ajena?- le dice el joven que acaba de legar . !Joder! Gavrel, el Don de la mafia, está aquí. Mierda, y está enojado

Mi celular suena y en la pantalla veo el nombre de mi padre. Sé que algo acaba de pasar, nunca usa esta línea a menos que sea importante.

—Valeria, te quiero en la discoteca Varsety en 15 minutos. No sé cómo vas a hacerlo, pero el Pakhan Gavrel nos necesita —me dice mi padre rápidamente. Joder, es el tipo del VIP, sabía que había escuchado su nombre bien.

—Ya me encuentro aquí. Vine con Sara a pasar el rato. Te espero, la llamaré para que se reúna conmigo —le respondo.

—Listo, te esperaré en la sala VIP del segundo piso —me dice mi padre.

En eso, llamo a Sara, quien responde en el segundo llamado.

—¿Qué pasa, jefa? No me digas que te metiste en problemas. Ya voy en camino —me responde Sara.

—Más vale que te apures. El Pakhan quiere verme aquí, al igual que mi padre, y siento que no es nada bueno —le respondo con una orden.

La llamada de mi padre me dejó pensando. Sé que esto no es nada bueno y algo acaba de pasar. Mi instinto me dice que se aproxima un derramamiento de sangre y que tendremos que sobrevivir cueste lo que cueste.

Veo a Sara entrar y acomodarse el vestido con un maletín en la mano. Nunca sale sin él. Sara Santos, dueña de la empresa Security Smars, con 5 sedes en todo el mundo, donde ella comanda. ¡No, qué va! Ella gobierna el mundo de la seguridad. Nadie le gana en eso. Con tan solo 21 años, ya tiene su imperio. Su madre, Sandra Santos, lo fundó junto a su esposo, Marcelo Santos.
Aparte, Sara tiene dos hermanos más que lideran las otras dos empresas en otros países. Para millonarios egocéntricos que requieren ayuda.

Detrás de ella llega Christopher Martínez, mi mano derecha y guardaespaldas desde que nací. Tiene 36 años. Papá lo contrató para que cuidara de mí. Me ha visto crecer y es un gran amigo. Estuve bajo su protección desde que él tenía 18 años y yo era recién nacida.

—El Pakhan solicita mi presencia. Sara, que tu maletín esté listo para buscar cualquier información. ¿Entendido? —le digo.
—Sí, jefa. Tengo seguridad Smart activos para cualquier información que se requiera— responde Sara.
—Christopher, quédate a mi lado. Mira el entorno, observa muy bien. Puede que en este momento nos estén vigilando. Esto es una reunión con el jefe. Además, mi cabeza tiene un precio. Lo que veo venir es un mar de sangre y no será nada bueno para la Bratva —le ordeno a Christopher.

Subimos al segundo piso, con Sara a mi izquierda y Christopher a mi derecha. Llegamos al pasillo de la sala VIP, toco la puerta y mi padre es el que abre.

—Dile que pase —le indica el Pakhan a mi padre. En la sala se encuentra Gavrel Adán Sokolov, jefe de la mafia rusa. A su mano derecha está su primo, Mateo Sokolov, y a la izquierda se posiciona mi padre.
—Buenas noches. Me llamo Valeria Jelena Stolkou, un placer conocerlo, señor Gavrel —lo miro detenidamente para ver su reacción, parece que me reconoció.
—Buenas noches —me responde Gavrel. Su voz es tan grave que se me eriza la piel y no por miedo.
—Ella es mi mejor amiga y el mejor hacker, Sara Santos. A mi izquierda está Christopher Márquez, mi guardaespaldas personal, bueno, solo hasta hoy. Estará a cargo de Xavier de ahora en adelante —le digo mirándolo a los ojos.
—Es un placer conocerlo, señor —repiten los dos a la misma vez.
Veo cómo Gavrel observa detenidamente a Christopher y cuando sus miradas se encuentran, sé que estos dos idiotas orgullosos no colaborarán. Veo odio en sus ojos, pero ante todo, Christopher quita la mirada y sabe que tiene que guardar respeto.



Orquídea Roja [ Libro#1 De La Orden]En Físico Where stories live. Discover now