CAPÌTULO XXXI - VALERIA

1.7K 121 0
                                    

Hace unos meses atrás cumplí mis 20 años y Gavrel 28 años. Los meses pasan rápido . La Orden sigue trabajando de maravilla, no hemos tenido ni un altercado; los albaneses siguen jugando al gato y al ratón, y Gavrel está empezando a perder la cordura. Aún no sabemos cuándo darán la cara.

Hemos sido invitados a uno de esos eventos de beneficencia. La verdad, preferimos estar en la casa atendiendo algún asunto urgente que requiera de nosotros, pero hoy tenemos que asistir obligatoriamente a este evento.

Mientras me voy arreglando, Gavrel está dándose una ducha.
Coloco mi vestido en la puerta del armario. Es rojo, espalda fuera con la entrepierna abierta. Me siento en el pequeño sillón del cuarto para amarrarme las sandalias y colocar mi arma en el muslo derecho. En eso, Gavrel sale del baño, jodidamente bueno como siempre. Desde que nos casamos, no hay un maldito lugar donde él y yo no lo hemos hecho, simplemente rico.

—Otra ronda, Malysh. Por cierto, te ves increíblemente hermosa, mujer mía. —me dice con esa sonrisa que me vuelve malditamente loca.

—Estoy bien por el momento, gracias Gavrel, pero solo estoy en babydoll y aún no me coloco el vestido. Aparte de eso, tenemos un evento al que llegar en media hora, así que apúrate, por favor.

—No te preocupes, pequeña, entre más tarde lleguemos, mejor. ¡Cómo odio esos jodidos eventos!

—Hemos estado jugando al gato y el ratón en estos seis meses con los albaneses, nos siguen jodiendo. Hemos atrapado a todas las ratas y eso los ha jodido en el mismo culo. Ahora es nuestro momento de dar el primer golpe nuevamente. Alessandro tiene seis meses desde que tomó su lugar como nuevo Don de Italia; aún no se me ha olvidado que tengo varios compromisos que realizar con mis brigadieres y uno con mi hacker.

—Prométeme que estarás bien cuando llegue el día de atacarlos. Yo debería acompañarte, como en la emboscada que le hicimos a Castel.

Mejor no. Aun no le he dicho que estoy embarazada de nuevo; me enteré hace unas semanas. Y no lo podía creer, era de esperarse, ya que no nos cuidábamos, y sé que ambos queremos ser padres de nuevo. Me comencé a sentir mal hace unas semanas atrás y decidí confirmarlo yendo a atenderme; tengo cuatro semanas de embarazo.

—No irás y te quedarás en casa con tus guardaespaldas, ¿me entiendes? Tu seguridad es muy importante para mí.

—Está bien, Gavrel, apúrate, por favor.

Veo cómo se coloca los pantalones, luego el chaleco antibalas y la camisa a medida, todo en tonos negros. Lo complementa con una corbata roja, al igual que mi traje. Se acerca a mí con una caja y la abre, mostrándome lo que hay dentro.

—Es un juego de collar, aretes y pulsera. Lo escogí pensando en ti. Tiene la pequeña flor de orquídea y en el centro un rubí rojo. En la pulsera, la flor de orquídea tiene un chip GPS para saber dónde estás, y, si llegase a pasar algo, estoy seguro de que te encontraré. Sé que ya tienes uno incrustado, pero no confío en ello.

—Es hermoso, Gavrel. Debió costar una fortuna.

—No te preocupes por cuánto valió. Preocúpate por llevarlo siempre puesto. Lleva también este reloj, es a juego con las joyas. Pensarán que el GPS está en él, pero en realidad estará en la pulsera. Nadie más debe saberlo, Malysh.

—¿Y tú? ¿Qué llevarás para saber dónde estás?

—El anillo de matrimonio tiene un pequeño localizador. Solo tú, Mateo y Sara lo saben —me dice mientras le da vuelta—. Te espero abajo, no demores.

Orquídea Roja [ Libro#1 De La Orden]En Físico जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें