CAPÌTULO XXXVII - GAVREL

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5 meses después...

Le había regalado una Amex negra a Valeria y aún no la había utilizado. La verdad, se me hacía
raro, ya que me había dicho que le gustaba gastar. Pero como es la vida, las sorpresas siempre llegan.

Me encontraba en la oficina cuando recibí una llamada telefónica del banco. Al contestar, el representante bancario me informó que se había realizado una compra extraordinaria con la
tarjeta Amex negra de Valeria.

Sentí un maldito nudo en el estómago y mi mente empezó a divagar. Pensé en todas las posibles compras extravagantes que podrían haberse hecho. El representante bancario continuó
hablando.

—Señor Gavrel, nos hemos percatado de una compra realizada con la tarjeta Amex negra de su esposa. Parece que se ha comprado un Bugatti Veyron nuevo por un monto considerable.

—No se preocupe, mi esposa puede gastar cuanto ella quiera.

Me quedé atónito, no podía creer lo que estaba escuchando. Ella realmente se compró un Bugatti. No se compró ropa, zapatos, trajes de marcas. Ella reemplazó su anterior Bugatti por uno nuevo. Con razón el banco estaba preocupado.

Agradeciéndole al representante bancario por la información, cuelgo el teléfono.

Al llegar a casa, encuentro a Valeria en la sala de estar con Sara, viendo alguna serie de esas
que tanto le gustan a ella.

—Valeria, ¿podemos hablar un momento?

—Claro, ¿qué sucede? — responde Valeria, dejando a un lado lo que estaba viendo.

—Malysh, compraste un maldito Bugatti. Dime, ¿cómo piensas utilizarlo si estás embarazada?

—En serio, no estoy discapacitada, Gavrel. ¿Qué te pasa? — me responde ella.

—No lo vas a utilizar, así que lo tendrás de adorno. Tantas cosas que podías comprar y decides
comprar un carro que no vas a manejar.

Mi celular suena nuevamente, interrumpiéndome en la conversación con Valeria, y juro que me voy a volver loco. Lo contesto y la voz de Gregory es lo primero que escucho.

—Jefe, tenemos un pequeño problema.

—¿Qué tan pequeño es, Greg?

—Un hombre albanés intentó ingresar, pero lo detuvimos a tiempo. Dice que tiene un mensaje
de Obed para ti.

—Estaré allí en unos minutos. — le cuelgo y me dirijo hacia donde se encuentra Valeria con Sara.

— Sara, necesito que vengas conmigo. Necesito que busques dónde se encuentra una persona.

— trato de ser lo más discreto que puedo para que Valeria no se altere.

—Como ordene, Pakhan. — responde Sara.

Le doy un beso a mi esposa, diciéndole que regresaré tarde a casa. Le doy un beso en el vientre
antes de irme. Cuando llego al lugar, observo el estado destrozado del hombre. Tengo que
reconocer que Obed tiene los huevos bien puestos para aparecer después de cinco meses, y además, sus soldados son leales hasta la muerte.

Inclinando mi cabeza, lo miro fijamente, preguntándome qué se necesita para romperlo.

Quitarle las uñas y sacarle los dientes o volver a intentar la muerte por mil cortes. Dejo escapar un suspiro, tratando de entender qué quiere Obed de mí. Me detengo frente al hombre, inclino la cabeza y lo miro a los ojos.

—¿Qué es ese mensaje que me tienes que decir?

—El señor Obed solicita una alianza — gruñe entre los dientes que le quedan.

Orquídea Roja [ Libro#1 De La Orden]En Físico Where stories live. Discover now