Tres Mentiras, Una Verdad [+18]

13. Exagerada

Narra Lheyra:

Bien, conozco a mi madre, sé que exagera con todo, pero no pensé que tanto.

¿En serio hay un helicóptero con un cartel que dice “Lheyra para presidenta estudiantil”?

Suelto un suspiro subiendo los escalones para entrar al edificio de clases.

Si los otros días pensé que alguna vez dejaría de tener todas las miradas sobre mi, ya he descartado esa idea.

Maldición ¿Por qué hay alumnas vendiendo carteles con mi foto?

Me acerco a un grupo de estudiantes que rodean una mesa, dónde detrás hay un póster con una de mis fotos.

Una de cuando era mi época de modelo, es decir no hace mucho, pocos días antes de mudarme a Lorchpey.

—¡Lheyra! Qué gusto verte—Comenta una pelirroja muy amablemente.

—Lo siento ¿Nos conocemos?—Cuestiono, mirando su camiseta demasiada escotada con el “Voten a Lheyra”.

—No. Tu madre nos contrato, para promocionarte para la presidencia estudiantil—Sonríe con simpatía, y asiento.

—Oh. Con que mi madre....

—¡Lehy!—Lizz llega hasta nosotras, y sonreí forzadamente a la pelirroja—Renia—

—Lizziana.

Su saludo forzado me hace fruncir el ceño sin entender su ¿Rivalidad?

—Ven, Lehy—Lizz me jala entre la multitud amontonada en los pasillos hasta llegar a la clase—¿Qué es todo esto? ¿No es demasiado?

Me encojo de hombros.

—Supongo que hablabas en serio cuando dijiste que le ibas a ganar a Matthyw.

—Sip.

—¿Sabes? Desde que has venido los rumores sobre ti, no han parado—Comenta.

—¿Rumores?

—Los chicos la mayoría habla de lo buena que estás. Algunas chicas están celosas por los rumores sobre que los Skillek no te sacan el ojo de encima.—Hace una pausa antes de continuar—Por otro lado, el secuestro, saliste viva....Y ahora esto, hace mucho que Matthyw no tenía competencia en la política.

Y todavía no se han enterado de la nueva noticia; la chica nueva rompió el celular del increíble Lukaw, y lo acusa de ser el culpable.

—Olvida los rumores Lizz, no son importantes—Hago un gesto restándole importancia—¿Sabes? El otro día fue tu hermano a mi casa, tocó la puerta y cuando lo recibí, me dijo que tú lo mandaste a buscar algo, pero se fue sin decirme lo que necesitaba—Comento despreocupada y la veo tensarse.

—¿Toco la puerta?

—¿Ehh, sí? ¿Acaso aquí eso no es normal?

—Si, si, solo...No recuerdo que lo mandé a buscar, pero no te preocupes logré ayudarlo con matemáticas, así que todo está solucionado. Lamento que Paul fuese así a tu casa.

—Oh, no te preocupes, no me molesta. Tú hermano es muy guapo.

—¿Qué?

—Ya sabes, esos músculos, y ¡Uff! Su cabello marrón café, lo hacen ver increíble—Exclamo con dramatismo.

—Pensé que te gustaba alguno de los hermanos.

—Si, el tuyo.

—Es mi hermanastro.

—¿Si? Pero tienen un amor de hermanos que se nota desde lejos.

De repente se queda callada mirando hacia otra lado.