66. "Termina esa maldita frase..."

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Narra Lukaw:

No habíamos demorado en percatado que, no solo la castaña había escapado; el platinado tampoco estaba en el sótano.

Ni si quiera alcanzamos a descansar de la vista de nuestro padre, y su socio—Qué más que su socio, parece su jefe, aunque Anderson Skillek, jamás admitirá eso—y ella ya había provocado otro problema.

Por alguna razón, la castaña y los dolores de cabeza, al parecer vienen en el mismo paquete.

No tardamos en darnos cuenta que había huido en una de las camionetas más llamativas que teníamos en el patio. Aunque, a decir verdad, si hubiera escapado en un simple auto, también nos hubiéramos dado cuenta.

Y es así que, rápidamente ordenamos a todos los hombres a nuestro servicio, perseguirlos. Pero, nosostros tampoco nos quedamos atrás, íbamos pendientes a toda la persecución.

—¡Imbéciles!—Grito por el celular, al ver cómo chocan la camioneta en la que va la castaña—¡Sin un puto rasguño! ¿Qué no entienden?

—Volarán cabezas, si ella no llega sana—La voz calmada de Nizaw, solo esconde su verdaderos pensamiento.

Esos que seguramente estén gritando por traerla nuevamente a la casa, y posiblemente encadenarla a la cama.

Aunque al parecer, ni si quiera así se puede mantener tranquila.

—Señores—Hablan en un tono sumiso al otro lado de la llamada—¡Es ella quien nos está chocando!

No puedo negar que ahora es ella quien parece jugar a los autitos chocadores, sacando una gran ventaja. Pero, no estoy ciego, ellos fueron los primeros en atacar.

No respondo, ninguno de nosostros lo hacemos.

Observo el auto a nuestro lado, Matthyw parece dictar orden tras orden, como siempre lo hace.

Me sorprende ver la gran habilidad de la castaña en cada curva, y cada vez que hace impactar la camioneta contra los autos de nuestros hombres.

Sin duda sabe manejar. Pero a pesar de eso, cuando las orillas de la carretera empiezan a aparecer barrancos que, indican la llegada a Lorchpey. Sé que por más bien que maneje podría errarle en un movimiento en cualquier momento.

De repente una llamada llega, contesto mientras Nizaw se mantiene al volante,  sabiendo que es nuestro hermano mayor.

—¿Aló?—Un tercero se une a la llamada, e inmediatamente reconozco la molesta voz de famosos "Kusko".

O Kus como lo llama ella, como sea, Kus, Kusko, es lo mismo.

Kusko suena más a el platinado, suena como nombre de perro. El pensar que se está escapando con ella, hace que una especie de pinchazo se instale en mi pecho.

—¡Pásame con esa maldita demente!—Ordena Matthyw, y por su tono, sé que no está de buenas.

Ninguno lo está.

—Lehy, creo que es para ti—Oigo como le dice, y después de un ruido al fin ella habla.

—¿Qué?

—¡Frena ese jodido auto ahora mismo!—Demanda Nizaw a mi lado.

—¿Qué te hace pensar que lo haré?—Desafía como siempre lo hace.

—Estás rodeada—Recalco con obviedad.

—Detente ahora mismo, Lehyra Dwens, sino quieres que tu castigo sea peor de lo que ya es—Amenaza Matthyw, se instala un silencio del otro lado de la línea, y cuando tengo esperanzas en que se detendrá, el Kusko interrumpe otra vez.

—¡Ella no se detendrá!—Afirma el platinado—Ella es tan libre como, como...¿como?—Tartamudea—¡Como un unicornio!

¿Qué? Suelto un suspiro, ignorando como la castaña es capaz de soportar a ese idiota.

—Lheyra, están rodeados, frena ahora y podremos hablar—Habla calmado Nizaw, aunque la última amenaza hace notoria sus verdaderas intenciones—Y quizás así no mataremos a tu amiguito.

Sé que posiblemente, no mataríamos al Kusko, a no ser que fuera extremadamente necesario. Pero el pensar en dejar de escuchar su patética voz, suena tentador.

Aún así, por el momento una mordaza no estaría mal.

—Corta la llamada—Oigo a la castaña —¡Cuelga!

—¡Qué no puedo!—Habla el Kusko, y posiblemente puede que Matthyw se halla encargado de que les sea imposible cortar la llamada.

Cada vez, los autos de nuestros hombres se acercan peligrosamente a la camioneta dejándolos sin salida.

—Lehyra, tres segundos—Determina Matthyw.

—Dos—Cuento, viendo las chispas que comienzan a ser notorias mientras los autos presionan contra la camioneta.

—Uno—Finaliza Nizaw.

De repente, cuando creo que al fin sedera frena de golpe, dejando que los autos se estrellen entre ellos.

Pero, está vez no se escapa, Nizaw también frena dejándolos sin salida, y el auto de Matt también ayuda a acorralarlos.

El fuerte ruido hace que voltee a mirar los autos adelantes; uno de ellos cae al barranco, rodando en la bajada hasta que impacta finalmente con un árbol. Y el humo visible alerta de la gravedad del accidente.

—Kus—Su voz vuelve a sonar a través de la llamada, justo cuando bajo del vehículo junto a mis hermanos.

Sus ojos chocan con nosotros brillando con un toque de diversión que no entiendo.

—¿Si?—Sujeto el móvil en mi mano cuando escucho al Kusko hablar.

La sonrisa de ella, se expande en una expresión desafiante.

Enarco una ceja, está rodeada no tiene salida ¿qué le parece tan divertido?

—Sujetate—Y son esa última palabra, la camioneta se gira hacia el barranco.

Mi corazón se detiene por un segundo expectante, creyendo que la cordura de la castaña será suficiente para no cometer está locura.

Pero no, pisa a fondo el acelerador, ensañando el dedo medio antes de caer por el barranco.

Y cuando creí que no tenía escapatoria, la castaña me deja callado creando su propia salida.

—Está demente—Oigo susurrar a Matthyw en un tono que expresa claramente que no se encuentra nada alegre.

—Es jodidamente sexy—Murmuro, encontrándome las miradas reprobatorias de mis hermanos—¿Qué? ¿Me van a decir qué no les pareció caliente?

Ambos me ignoran, cuando varios de nuestros hombres que acompañaban a Matthyw en el auto, bajan siguiendo las órdenes del rubio.

Órdenes que básicamente se resumen en “Encuentrenlos y no dejen que escapen".

—Señor no creo que hallan...—El hombre se corta a si mismo cuando ve el arma que apunta a su cabeza.

—Termina esa maldita frase, y te volaré la puta cabeza—Dice Nizaw sacando el seguro del arma.

Una leve sonrisa tira de mis comisuras, al percatarme del poder de la castaña. Mi hermanito menor, no es de las personas más habladoras, y el que hable con uno de nuestro hombres es un gran avance.

Aunque, yo no empezaría hablando de volar su cabeza, tal vez una presentación es mejor para empezar, pero bueno.

—Están vivos—Afirma Matthyw bajando el arma de Nizaw.

(...)

Buenass! Una pequeña consulta qué nada que ver Jajsj, ¿qué aplicación recomiendan para hacer una portada?

Tres Mentiras, Una Verdad [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora