60. "Descansa, bonita"

634 50 5
                                    

Maratón 3/3

Narra Lheyra:

—¿Estás lista para que te follemos?—Repite Nizaw.

—Si...

Trago saliva, mi corazón late de prisa ante la idea de lo desconocido. Bueno, no desconocido pero...algo es leerlos y permanecer virgen, pero experta de mente...Y algo muy diferente es dejar de ser espectadora.

—Sabemos que eres virgen—La afirmación de Nizaw hace que gire mi cabeza rápidamente hacia a él.

—Por eso, Lukaw será el primero—Menciona Matthyw.

—¿Por qué?

Quizás el tenga más experiencia tratando con inexpertas.

Joder. Solo de pensar que es ese el motivo, hace que quiera golpearlo.

¡Wow! Cuánta toxicidad.

—No lo sobrepienses—Pide calmado el rubio, deslizando suavemente su mano por mi pierna—Él es más cuidadoso, y la primera vez suele ser dolorosa.

Asiento.

—Nosostros tenemos otras tendencias en la cama—Aclara Nizaw desviando la mirada hacia otro lado, parece incómodo al mencionarlo.

Tengo curiosidad por saber a qué se refiere, pero me callo al ver que ambos se retiran de la cama.

Debo tener una incógnita grabada en mi frente, porque inmediatamente Matthyw responde a mi pregunta silenciosa.

—Nosotros solo veremos...por ahora.

—Pero...

—Tendremos mucho tiempo juntos, bonita—Agrega el pelinegro sentándose en un sofá—Y muchas ganas de ti—Murmura a lo último, pero logro escucharlo.

—Puedes negarte si es eso lo que quieres—Susurra Lukaw con una voz suave.

Me levanto hasta quedar sentada frente a frente en la cama, lo miro a sus ojos cafés, un segundo antes de tirarme hacia él para besarlo.

¡Uy! La santa virgen.

Mis piernas se envuelve al lado de sus caderas, mientras sus manos sostienen mi cintura con delicadeza.

De repente parece que tienen miedo a romperme.

El beso, aún salvaje no es suficiente para calmar el dolor en mi vientre bajo, muevo mis caderas rozándome contra su bulto, que parece casi apunto de explotar.

Gruñe en medio del beso, apretando aún más fuerte su agarre, tiro su pelo cuando siento como su mano se desliza hacia mi culo pellizcando mi nalga.

—Ya—Ruego en un gemido, cuando siento que el roce no es suficiente.

—Calma, gatita—Ríe por lo bajo, apartándome tan solo un segundo, antes de ponerse el condón.

Estoy apunto, de subirme sobre él, pero rápidamente en un movimiento que no veo venir, mueve su cuerpo sobre el mío.  Quedo debajo de él, mientras que se ubica entre mis piernas.

Las jala hasta que nuestras pelvis chocan y no puedo contener el gemido que sube por mi garganta, al sentir un mínimo contacto en mi intimidad.

Veo de reojo, el movimiento de Nizaw y Matthyw, ambos separados uno en cada esquina tienen sus ojos fijos en mi.

El pelinegro soba su miembro sobre pantalón, mientras que el rubio se masturba directamente, su boca entreabierta deja salir pequeños gruñidos que apenas son perceptibles desde aquí.

Tres Mentiras, Una Verdad [+18]Where stories live. Discover now