CAPÍTULO 11.- segundo fragmento

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Clark aceleraba todo lo que podía en su moto de nieve, había sido toda una travesía llegar desde el Reino a Canadá y de ese país hasta las tierras libres de Alaska. La manada de su hermano está realmente en lo profundo del territorio, desconectado de la sociedad humana. Clark hubiera tardado mucho más en su forma de lobo, así que se había hecho de una moto para recorrer el territorio.

Se había comunicado con la princesa cuando estuvo en Canadá, esta le explicó que el Rey estaba dispuesto a mandar ayuda y que el príncipe heredero iría en persona con su escuadrón a observar la situación.


Era un trago muy amargo para él, precisamente él, que había sido por mucho tiempo un antimonárquico, tener que convencer a su hermano y su alfa que la mejor opción es permitir que el Reino de los hombres lobos ayude cuando se había pasado horas por teléfono explicándole a su hermano porque odiaba a la realeza.


Pero él sabía que era la mejor opción, el poder del Reino de los hombres lobos era gigantesco. Podían aplastar sin problema alguno a la manada asesina que iba otra vez a causar problemas. Clark ya casi había perdido todo por esa misma manada, era tan solo un pequeño niño cuando sucedió, los recuerdos eran escasos y demasiado traumáticos para él. A veces soñaba con los gritos, el fuego, a su hermano llorando sobre el cuerpo calcinado de su madre y su casa en ruinas.


Su hermano y la familia que formó era todo lo que Clark tenía en esta vida, y si tenía que tragarse sus palabras y rogar para que esos orgullosos alfas acepten la ayuda para poder protegerlos, estaba totalmente dispuesto a hacerlo. No permitiría que le vuelvan a arrebatar a su familia si tenía un modo de ayudar.


Divisó a la manada "Black Moon" a lo lejos y aceleró aún más. Cuando llegó a la entrada, estaciono la moto y divisó como venían a recibirlo. Los guardias lo identificaron, uno de ellos había sido su compañero en la escuela.


Respiro profundamente el aroma de la manada, habían pasado tres años desde que no volvía. Los primeros años que estuvo en la universidad volvió para las vacaciones, pero se había vuelto un activista y hasta profesor de refuerzo en la universidad real. Su vida de investigación académica y ser la cabeza de varios grupos de estudio hizo que le fuera imposible volver. Tampoco sentía que tenía un lugar en una manada como esta, aunque había sido antimonárquico, él reconoce que el gobierno del Reino fomentaba y financiaba muy bien a personas como él, en cambio en una manada como esa, lo máximo que podía esperar es que le den un chance de enseñar algo en la escuela.


Camino por la manada y noto que estaba más concurrida de lo normal. Diferencio caras nuevas y algo temerosas. Debían ser los refugiados de las otras manadas. Caminó un buen rato hasta llegar a la casa de su hermano, tocó la puerta y una conocida le abrió la puerta.


—¡Clark! —ella se abalanzó para poder abrazarlo.


—¡Kaya! —Clark abrazo a la esposa de su hermano—. ¡Por la diosa luna, estás embarazada de nuevo!


Kaya mostraba un vientre enorme.


—¡Hace meses que no sabemos nada de ti! —Kaya soltaba algunas lágrimas de emoción—. Quería contártelo, pero sabes que no soy buena usando la computadora de la biblioteca y el teléfono siempre tiene cola para usarse y...

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now