THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN

CAPÍTULO 43.- tercer fragmento

—Me están jodiendo —Lana se quitó los lentes de sol—. Realmente me están jodiendo.

—Por la madre naturaleza —Candace sacó la cabeza por la limosina—, hay muchos transformados en la calle junto a los autos como si nada, ¡Es asombroso!

—Tienen su propia vía, pero deben respetar los semáforos —empezó a explicar Noel—, muchos ciudadanos prefieren ir a sus trabajos o centros de estudios transformados si no tienen mucho equipaje encima.

—Ahora entiendo porque no has querido volver —Ricardo también miraba todo el exterior—, esto es un sueño.

—¡Miren! —Zatch señaló por la ventana—, ¡Es Theo!

En una de las pantallas gigantes colgadas de los más grandes edificios. Aparecía Theo junto a Liam comunicando a la población que habrá unas altas temperaturas los próximos días y que tomen precauciones del caso.

—Es tan hermoso —Candace suspiro.

Lana puso los ojos en blanco.

—¿Theo? —Noel puso cara de asco.

—Sigue perteneciendo al club de fans del príncipe heredero —explicó Lana—, en contra de mi voluntad.

—Que yo sea tu mate no significa que no tenga ojos para apreciar lo hermoso que es el príncipe heredero —Candace le saco la lengua a Lana y después miro a Noel—, ¿Me lo presentaras verdad?

—Claro —Noel asintió—, de hecho, es la primera vez que conocen a una banshee, así que probablemente todos te harán muchas preguntas.

—¿De verdad son amigos? —le increpó Ricardo con voz burlona—, ¿No estarás mintiendo como cuando te creabas novias imaginarias?

—Liam y yo somos muy buenos amigos —se defendió Noel sonrojándose—, aunque la verdad es que mi mejor amigo después de Theo es Bael —dijo dándose aires—, el príncipe Bael y yo somos casi como hermanos. Estudiamos juntos y vivíamos en el mismo centro de departamentos hasta que se mudó con su familia. Somos como uña y mugre.

—¡¿Esos son leones caminando por la calle?! —exclamó Zatch.

—Son hombres león —explicó Noel—, hace unos años abrieron una convocatoria a todos los híbridos existentes para que vengan a vivir al Reino, les brindarían ayuda económica y todas las facilidades para incorporarse en la sociedad. Deberías visitar la sociedad de hombres coyotes del Reino, Lana, hay todo un vecindario de tu especie.

—¿Enserio? —Lana estaba sorprendida cuando vio a una pareja de coyotes caminando por la acera—, eso es fantástico.

—Este lugar es tan resplandeciente como nos contaron —Ricardo miraba todo con cautela—, ahora entiendo porque es el sueño de muchos vivir aquí.