CAPÍTULO 38.- tercer fragmento

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Bael empezó a caminar en círculos dentro de esa sofocante habitación en la que antes vivía de niño junto a Gabriela. Era ahora la habitación para los otros niños del palacio.


Todo seguía igual como lo recordaba, el corral, los juguetes, las grandes estanterías altas con libros que les leían para dormir, el rayón que hizo Theo cuando pintaba, el pequeño agujero en una mesa donde Estefan se golpeó la cabeza. Este lugar se condiciono por él y por su hermana. Ya después con la llegada de los demás, todo se fue adaptando y según su tío Oliver, no ha tenido corazón para cambiar nada por la nostalgia de recordar cómo solía jugar con ellos ahí.


Pensó en Liam y su rostro de decepción. Debía darle razón, si fuera un buen primo y miembro de su escuadrón, le hubiera hablado de inmediato sobre el tema. Le hubiera contado al instante que se lo planteó su tío Jaime.



¿Pero ya era claro que no era bueno en nada de eso, cierto?


Bael no se sentía mal en lo absoluto, él no pretendía para nada que su hijo reclamara el derecho al trono. Ni antes ni ahora se le cruzó en la cabeza alguna vez el puesto de Rey, no para él, menos para su descendencia. Lo uno que quería era tener la mayor protección para Dantalian y ser el único niño con derecho para ser heredero de Liam por el momento, era algo muy imponente en caso procediera un juicio.


Juicio que ya no tenía duda que llegaría gracias a Gabriela.


Su maldita hermana.


Apenas se había despertado y ya logró sin nada de esfuerzo voltear a Liam de su lado, podría tener a Estefan en cualquier momento. Ellos dos pensaban muy similar y tenían ese mismo gusto por ver sufrir a los demás. Estefan solo estaba de su lado porque quería a Bael en casa junto a Dantalian y si Gabriela lograba eso quitando a Jessy de la ecuación. Estefan se iría con su gemela sin mucha resistencia.


Sin mucho esfuerzo tendría a Theo y a Odette de su mano y probablemente a su padre, a pesar de darle su apoyo, no sería capaz de decirle no a nada que su muy querida y amada hija favorita quisiera.


Daba gracias que Auguste quería a Jessy, porque si no Gabriela lo tuviera en su mano como en todo lo demás. La mitad de los alfas se unirían a su lado, si Gabriela pusiera una posición clara. Natsuki jamás prometió que le apoyaría, solo dijo que lo pensaría. Si Gabriela le tocaría los botones correctos del resentimiento y como la Jessy del pasado sabía que pasaría en la manada Japonesa y a pesar que era su amigo no dijo nada. Natsuki sería su mayor adversario, un testimonio de él en un juicio sería catastrófico.


Todo se le volteaba, toda sus cartas se rompían en sus manos. Gabriela era muy lista, incluso más lista que él mismo, sabría desarmarlo, con unas cuantas palabras lo hacía rabiar. Ella sabría que decirle, dónde decírselo y enfrente de quien. Ella era experta en sacar lo malo de las personas y en especial de él. Lo conocía tan bien como él la conocía a ella.


Era una adversaria tenaz que sería capaz de ganarle, tal vez su tío Jaime y él eran grandes manipuladores. Tal vez su tío Jaime podía usar su influencia en su papá, pero su padre cuando explotaba era traicionero y lanzaba golpes sin importarles las consecuencias en el momento.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now