CAPÍTULO 43.- primer fragmento

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Bael camino desorientado y se tumbó en el césped al lado de quien había ido a visitar.


—Si, soy yo de nuevo —miró la lápida de Bonnie—, no he venido en mucho tiempo ¿Cierto?


Miro el cementerio con una bebida gaseosa fría en la mano, después de perder su dedo gracias al zopenco de Noel. Decidió no volver alcoholizarse si podía evitarlo, así que, aunque de vez en cuando tomaba alguna copa, ahora ya no solía tomarse las cervezas que eran una especie de tradición cuando iba al cementerio.


—Todo ha sido un maldito desastre —Bael se apoyó junto a la lápida—, se podría decir que la he librado como siempre, pero tengo un sabor ácido en mi boca.


Esta vez no era como siempre, sentía como si todas las personas que amaba le hubieran dado la espalda. Gabriela al final se puso de su lado, pero ya nada se sentía como antes, era como si algo se hubiera roto. La relación con su familia en general se sentía degastada, podía sentir esas miradas de desaprobación o lástima. Incluso con Estefan que era su mayor incondicional.


Ahora sus amigos más cercanos lo repudiaban. Se supone que estaba dispuesto a pagar ese precio. Tener a su nueva familia lo valía, pero no se imaginó que sería tan doloroso.


—La extraño tanto ¿sabes? —Bael abrió otra lata de soda—, está aquí, pero no está aquí. Es extraño.


Amaba a la nueva Jessy, la amaba demasiado. Era todo lo que deseo alguna vez, era dulce, comprensiva y compasiva. Era la mejor madre con Dantalian y la mejor mate que alguien podría desear.


Pero no era su Jessy.


La desquiciada desafiante que lo había vuelto loco, a la cual odiaba y amaba con la misma intensidad. Esa Jessy prácticamente había muerto.


Y su corazón la lloraba.


No obstante, tenía que dejarla ir. No podía volver por él bien de la misma Jessy.


La actual Jessy solo mostró una sonrisa triste cuando le explico que le cambiarían la identidad y que ella jamás podría abandonar su nueva residencia.


—Está bien —lo abrazo Jessy—, no me voy a separar de Dantalian ni de ti, esta casa es enorme y los jardines son extensos. Estaré bien mientras ustedes estén conmigo.


Bael estaba molesto con ella sin comprenderlo. Su respuesta le había hecho sentir demasiado frustrado. Se sintió peor cuando le contó a Dantalian que al fin podría ir a la escuela y ahora llevaría su apellido


—No necesito nada de ti —le contestó Dantalian tirándole un muñeco en su cara.


Después se encerró en su habitación y Bael estaba lo suficientemente cansado para pelear por un poco de cariño de parte de su hijo.


¿Cuándo su vida se volvió tan complicada?


Desearía poder reiniciar todo, quisiera volver a su cómoda y feliz niñez. Quisiera que su hijo tuviera la misma feliz niñez que él.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now