CAPÍTULO 46.- segundo fragmento

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Belial se sintió menos intimidado al comienzo, cuando su padre le dijo que ese día entrenaría con sus hermanos en vez de él. Pero al ver la media sonrisa malévola e idéntica que compartían Bael y Gabriela supo que no sería más fácil. Los gemelos eran muy perversos cuando juntaban fuerzas


—Cuando uso el fuego oscuro —empezó a decir Gabriela—, es como si pudiera extender una parte de mi mente y de mi poder fuera de mí. Algo que está conectado a mi conciencia. Lo guio, pero a veces tiene mente propia cuando estoy ocupada en otra cosa.


—Es lo mismo conmigo —siguió Bael—, sé que tal vez ahora es caótico dentro de ti. Como si algún especie de grifo se hubiera abierto y no sabes cómo cerrarlo. Lo que pasa es que no tienes que hacerlo, no tienes que contener tu poder Belial, solo tienes que saber dónde guiarlo. Como si fuera un río desbordándose y tienes que guiar el agua que sobresale al sembrío.


Belial torció un poco su cuello, desde que pudo usar su poder que resultó el manejo de la tierra. Algo oscuro dentro de él se desató. Ahora entendía los arrebatos de ira de Angel. Ahora entendía la agresividad de su padre y hermanos.


Solo fueron dos días y ya sentía que se estaba volviendo loco. Junior lo había ido a visitar y le hizo una broma tonta como solía hacerlas y Belial le lanzó su cama, destruyéndola por completo. Todos sus sentimientos y emociones se habían desbordado, lo que antes era una pequeña molestia o enojo, ahora era un desborde de ira colosal.


Lo mismo era con los sentimientos contrarios, ya no solo sentía que amaba a su familia. Era un sentimiento de posesividad tremendo. Cualquier persona que se acerque a ellos lo sentía como una amenaza.


—¿Belial? —preguntó Gabriela con ternura.


—¿Se hace más fácil? —pregunto Belial con disgusto—, ¿Con el tiempo se hace más fácil?


Gabriela y Bael cruzaron miradas brevemente antes de que ella se acercara a Belial a abrazarlo.


—Cariño todo estará mejor —intento consolarlo mientras le abrazaba—, podrás controlarte pronto y acostumbrarte a todo esto. Solo tienes que ser paciente.


—Y poner todo de ti en esto —asintió Bael—, no será fácil, pero podrás lograrlo.


—¿De qué sirve? —se quejó Belial respondiéndole el abrazo a su hermana—, dentro de unos meses saldrá mi demonio y tal vez ya no sea yo mismo.


—Siempre serás mi hermanito —Gabriela tomó su rostro entre sus manos—, siempre serás mi pequeño Belial y si lo olvidas golpeare tan fuerte a tu demonio hasta que te devuelva.


—Sabes que lo hará —sonrió Bael—, probablemente tu demonio salga espantado cuando la conozca.


Belial sonrió un poco, tenía la total confianza de que, si había alguien que podría causarle temor a su demonio y devolverlo en sí mismo, definitivamente sería Gabriela.


—Ahora empieza a enfocar tu poder y a sacarlo de nuevo —lo animó Gabriela—, eres un Hoffman y los Hoffman nunca nos rendimos.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now