THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN

CAPÍTULO 23.- segundo fragmento

Las discusiones sobre los acuerdos entre las manadas de las tierras libres y el Reino habían salido muy bien, o eso era lo que Liam escuchó cuando los alcanzó al final de esta. Se había pausado la reunión por ser muy avanzada la noche y al día siguiente se retomaría desde donde lo dejaron.

Se disculpó con los alfas guiándolos a su habitaciones y mostrándoles a los sirvientes que ayudarían a cada uno de ellos. No era su trabajo, pero era un modo de mostrar su servicio.

Dejó a Clark y Bruce para el final.

—Estaba diciéndole a mi hermano si quería que nos quedáramos en mi departamento aquí en el Reino —Clark se rascaba la cabeza—, pero está tan desordenado que probablemente querrá volverse aquí.

Bruce lo fulminaba con su mirada.

—Pensé que con los años se te quitaría el mal hábito de ser un puerco —negó Bruce con la cabeza—, ¿Cómo sobrevives solo?

—A base de comida rápida y servicio de limpieza una vez por mes —replicó Clark ganándose un golpe de parte de su hermano mayor.

Liam sintió más nerviosismo al hablar con ellos.

—Tengo que hablar con ustedes antes de que se acuesten —Liam no pudo evitar estremecerse.

Clark y Bruce se dieron cuenta que algo iba mal, pero Liam no les dio la oportunidad de preguntar al respecto porque hizo que pasaran a dentro de la habitación de uno de ellos.

—Pedí que sus habitaciones estén conectadas —hablo Liam.

—Esta es la vida que me merezco —Clark sonrió al ver la lujosa habitación—, ¿Por qué pareces que vas a darnos noticias de muerte Liam?

—Clark —le advirtió Bruce—, deja de ser tan idiota ¿quieres?

—No sé cómo abordar este tema y eso me hace ver tan serio —Liam tuvo que tomar asiento—, este día me ha tomado con demasiadas sorpresa, hoy me enteré de que voy a ser padre.

—¡Qué buenas noticias! —Clark se alegró realmente—, ¿Por eso desapareciste? ¿Fuiste a ver a Leia?

Liam asintió.

—Ella está un poco delicada, pero mejorará —le explicó Liam.

—Mis felicitaciones, príncipe Liam —Bruce hizo una pequeña reverencia—, yo quería presentarme ante su esposa para disculparme en nombre de este idiota que tengo como hermano, pero creo que por su estado...

—Es por ella que estoy aquí —Liam miró los rostros confundidos de los dos hermanos—, ay diosa, cuando ella se quedó dormida estuve pensando mucho como empezar a hablar con ustedes. Y justo vi el altar que le hice a su padre hace años —Liam sacó una foto de uno de los bolsillos de su uniforme—, vi esta foto que su tía dejó de sus padres en su matrimonio y supuse que esto confirmaría o eliminaría mis sospechas.