CAPITULO 27: "Sirviente Sila"

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Buenas noches...

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Un ruido de ajetreo proveniente de la cocina hizo que el joven embarazado se despertara, después de haber dormido durante todo un día. El aroma de apetitosa comida llegaba a su nariz repentinamente, eso provocó que su boca se llenara de saliva y quisiera levantarse a comer aunque estaba escéptico de la sorpresa que se llevaría.

Se preguntaba quién estaba afuera de su dormitorio, por lo que, se levantó nerviosamente de la cama para salir fuera de su habitación. Jacob comenzó a caminar con cuidado hacia la fuente del sonido, cuando llegó allí, una espalda familiar que había visto innumerables veces, ahora estaba en la cocina vistiendo un lindo delantal estampado, lo que estaba en contra de su personalidad. Las persona en la cocina preparaba deliciosa comida, provocando que su boca salivara alegremente....

"¡Maldito perro viejo! ¿Qué estás haciendo aquí? Te dije que volvieras y te fueras de mi condominio". Jacob le gritó con fuerza en cuanto estuvo seguro de que era el padre de su hijo.

La gran figura que allí estaba se volteó a mirarlo y sonrió feliz, a diferencia de Jacob que estaba confundido y frustrado.

"Oh, Jake, ¿estás despierto?"

"Te pregunté, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué me respondes?" Jacob repitió la pregunta al hombre de aspecto alegre frente a él.

Sus ojos recorrieron todo a su alrededor para ver si podía encontrar algo para golpear a la otra persona, ya que, al verlo allí solo he hacía hervir la sangre. ¿Por qué esa persona estaba allí nuevamente? ¿Qué era lo que quería ahora? Jacob estaba realmente enojado, pero Sila se las arregló para acercarse a él y aprisionado entre sus brazos como de costumbre.

"Me fui como me lo pediste, pero solo fui a buscar mi ropa para vivir contigo". Sila respondió de manera normal abrazando al dulce chico en la frente para luego retirarse a cocinar con entusiamo lo que estaba preparando.

Inmediatamente después de responder, la mirada de Jacob rebotó en algo que estaba en la sala de estar.

"No seas astuto. ¿Quién te dijo que podrías venir a quedarte aquí? Y te atreves a traer toda tu mercancía ¿Acaso planeas quedarte aquí por un año?"

Jacob dijo frunciendo el ceño y señalando tres maletas grandes que estaban en la sala de estar. Luego llevó su delgada mano a tocar su frente, pensando en el terrible dolor de cabeza que se le avecinaba.

"Estoy aquí para cuidar de.... mi hijo"

Aunque quería decir cuánto lo extrañaba y quería cuidarlo, Sila no tuvo el coraje de hablar porque al pararse frente a él y decir aquellas palabras, se vería completamente egoísta a los ojos de Jacob. Sabía que había hecho algo demasiado terrible a la otra persona y al querer cuidarlo ahora, probablemente sonaría demasiado contradictorio. Por lo tanto, solo le quedaba reclamar a su hijo que todavía estaba en el abdomen de la adorable personita.

Esa era la única manera de que Sila estuviera tan cerca de Jacob como quería.

Pero para Jacob esas palabras que Sila había dicho de solo estaba allí para cuidar al niño por nacer, eso era algo más. Jacob pensaba que había algo más, era como si también había ido allí para sacear sus ardientes pasiones, '¿Solo vienes a cuidar al niño? Sila, alguien como tú es....'

"No te molestes. Puedo cuidarme por mí solo. No tienes que preocuparte de nada."

"¡No! Las personas que están embarazadas repentinamente tienen deseos. Quien va a comprar arroz, comprar pescado, comprar dulces cuando quieras comer. Además, las tareas de la casa son demasiado pesadas para una persona que esta en ese estado. No conviene que vayas solo a todos lados, ni tampoco puedes trabajar, solo déjame cuidarte... debo velar por el bien de mi hijo"

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